León, Guanajuato.- “El Fiscal me ha hecho un camino de piedras”, manifestó Laura Elena Díaz Infante González. Dijo que tras ocho años la Fiscalía de Guanajuato no le ha hecho justicia a ella ni a su esposo Jorge González Topete, quien era alto funcionario de Banamex y fue encontrado sin vida en un hotel de León el 19 de noviembre de 2015.
La Fiscalía determinó que se trató de un suicidio, sin embargo, tras las pruebas que Laura Elena obtuvo con una investigación pagada por ella, un juez penal revocó el suicidio como causa de muerte. Pese a esto, la Fiscalía no ha reabierto el caso.
José de Jesús Ortega de la Peña, abogado responsable del caso, recordó que el 23 de diciembre del 2021 el agente del Ministerio Público le quitó la calidad de víctima a Laura y a sus hijas les dio un término de 10 días para ofrecer pruebas.
Contra eso se promovió un amparo que tardó en resolverse aproximadamente seis meses, el cual resultó a favor de Laura Elena Díaz Infante González en junio del 2022. Así volvió a tener la calidad de víctima.
“Pero la Fiscalía lejos de proteger a Laura insistió en que ella no era víctima. El asunto se fue a un tribunal colegiado en materia penal en Guanajuato, es un recurso de revisión penal. Este se resolvió en junio del 2023, confirmando la resolución donde Laura nuevamente es víctima.
El Ministerio Público no tuvo más opción que decir que sí es víctima y otra vez le dio 10 días para ofrecer pruebas. Ellos no recabaron ninguna prueba y el agente del Ministerio Público volvió a cambiar”, manifestó Ortega de la Peña.
Asimismo, denunció que el Ministerio Público en lugar de recabar pruebas desvirtuó las que presentaron, y con base en eso y sin mayor aviso volvió a archivar el asunto determinando que se trató de un suicidio.
“Lo que hizo el Ministerio Público es que no atendió ninguna de nuestras pruebas, la de genética, de química, la de radio comunicaciones, no atendió nada del ofrecimiento de pruebas, fueron varias.
Además, no recabó ninguna prueba de oficio para favorecer todo lo que habíamos ganado y no acató la sentencia de amparo en forma cabal. Esta resolución como es de no ejercicio de la acción penal la tuvimos que volver a recurrir y el recurso está por radicarse en los juzgados penales de León”, adelantó.
El abogado explicó que cuando el agente dice que no hay delito, esa determinación se puede impugnar o reclamar y será en dos meses cuando se tendrán las resoluciones de este recurso.
“Esperamos dos resoluciones, la primera del juez penal diciendo que se siga investigando, que está mal lo que se ha hecho y que ya está demostrado el homicidio.
La segunda es de la jueza de distrito diciendo que no está cumplida la sentencia de amparo en su totalidad, y se remita a tribunales colegiados para que se propongan las sanciones conducentes al Ministerio Público”, precisó.
En caso de que estas resoluciones no sean favorables, el siguiente paso será presentar un juicio protector de derechos humanos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“Ahí se iniciaría un proceso en contra del Estado mexicano por no actuar como debieron haberlo hecho. Esperemos que no llegue hasta allá, que se quede aquí todo, pero lo último que haríamos sería esto”, subrayó Ortega.
Fiscalía pone trabas
Laura Elena Díaz Infante González denunció que la Fiscalía sigue bloqueando y poniendo trabas para que no se haga justicia y para no saber lo que realmente pasó.
“Nuevamente para mí es un homicidio y se sigue sin hacer justicia, es difícil, pesado. El Fiscal (Carlos Zamarripa) me ha hecho un camino de piedras. No tengo acceso a la verdad y todo está lleno de mentiras.
Solo estoy pidiendo que se haga justicia y se diga la verdad. Para mis hijas y para mí ha sido muy difícil, la gente no nos trató bien. La sociedad nos hizo a un lado porque se dijeron muchas cosas sobre un suicidio. Merecemos la verdad, es un derecho humano”, demandó.
Laura aseguró que solo una vez intentó reunirse con el fiscal Carlos Zamarripa, sin embargo, este no la recibió, “en un minuto se paró y se fue, no se quedó ni nada”, recordó.
El 25 de junio de 2022, AM publicó que Laura Elena Díaz Infante ganó un amparo que obliga a la Fiscalía General del Estado a reconocer su calidad de víctima.
Así lo resolvió la jueza Patricia Ugalde Almada del Juzgado Decimoprimero de Distrito en León, el 14 de junio.
En diciembre del 2021 la Fiscalía General del Estado le informó que no era considerada víctima de omisiones en el proceso de investigación por la muerte de su esposo Jorge González Topete, que fue clasificada como suicidio, aunque Laura Díaz Infante demostró homicidio.
El montaje de un suicidio
“Me dijo: ‘Gorda, ahorita regreso a comer’, faltaban 10 minutos para la 1 de tarde cuando se fue y ya no regresó”, recuerda Laura Elena que dijo su esposo el miércoles 18 de noviembre de 2015.
Según Laura, su esposo no tenía motivos para suicidarse. El sábado 14 de noviembre regresaron felices de Las Vegas. Recuerda que nunca vio deprimido o con alguna preocupación, se veía contento. Tenía pendientes en el trabajo, pero nada que lo hiciera perder la razón y pensar en la muerte.
Según las investigaciones, a las 4 de la tarde del mismo miércoles 18 de noviembre, Jorge llegó a un hotel ubicado frente a las instalaciones de la Feria de León y pidió una habitación. Oscureció y Laura fue a presentar la denuncia por desaparición. El cuerpo de Jorge fue encontrado al día siguiente, 19 de noviembre, por una camarera del hotel. Entonces la Fiscalía argumentaría el suicidio, pero también empezarían las irregularidades.
“A petición mía se hizo inspección en el hotel y se demostró que el croquis del sitio era falso, se afirmaba que no había acceso aparte de la puerta pero en el cuarto había una entrada extra”, aseguró.
En su informe presentado a medios de comunicación, Laura Elena también señaló una toalla con una mano pintada en la que se demostró que había ADN de por lo menos cuatro personas, cuando la Fiscalía aseguró que su esposo estaba solo. Incluso en los registros de llamadas del celular de Jorge, había una llamada hecha cuando él ya estaba muerto.
“Los exámenes periciales que realizó el equipo que contratamos determinaron que Jorge no murió envenenado, el pesticida y veneno para ratas se lo pasaron por una sonda después de que murió, lo que lo mató fue el thinner que le ahogó los pulmones”, señaló.
En las investigaciones resalta la fuga o desaparición de una pareja, amigos y compañeros de trabajo de Jorge.
CA