León.– Durante la homilía dominical en la Catedral Metropolitana, el arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, hizo un llamado a la práctica del perdón. Enfatizó que perdonar puede ser el antídoto para evitar convertirse en “navajas filosas” que juzgan a los demás.
El perdón es una gracia de Dios. El soberbio y quien se engrandece a sí mismo no perdona, convierte la falta menor en algo grande y la divulga”, expresó el líder religioso. Añadió que para poder perdonar, es necesario experimentar primero el perdón y la misericordia divina.
Cortés Contreras destacó que el acto de perdonar trae consigo paz y seguridad, elementos fundamentales para construir una sociedad más armónica. “Nosotros somos los primeros necesitados del perdón. Somos rápidos para juzgar a los demás, pero deseamos misericordia cuando cometemos errores”, señaló.
El Arzobispo subrayó que una sociedad donde prevalece el perdón es una sociedad sin veneno en los corazones de sus individuos, una sociedad libre de hipocresía y orgullo. En este tipo de sociedad, se pueden forjar relaciones más saludables y genuinas.
Para finalizar, hizo hincapié en el papel crucial de las autoridades en la protección y cuidado de los ciudadanos, garantizando su bienestar en todos los aspectos, incluyendo salud y educación.
HEP