León, Guanajuato.- Con la esperanza de irse a trabajar a Estados Unidos a una empresa establecida llamada Pilot Flying, alrededor de 40 leoneses, le entregaron en conjunto un estimado de un millón de pesos a un supuesto abogado especialista en temas migratorios, que se identificó como Pablo Urióstegui Vázquez y que resultó ser un presunto estafador.
Los afectados llegaron a él y a su cómplice, una mujer de nombre Marisol Méndez Serrano, por conocidos, pero él tenía una página de la llamada “Organización Legal Migrante”, cuya fan page de Facebook continúa activa aunque sin contenido reciente.
Pilot Flying es una cadena norteamericana de paradas de camiones en Estados Unidos y Canadá. Se puede cargar combustible y consumir comida rápida, una especie de Oxxo Gas.
Los trabajos ofrecidos por Pablo Urióstegui, eran de mantenimiento, limpieza, en cajas e incluso en el área de transporte y todos lo iban a obtener en Modesto, California, el pago prometido de 38 a 45 dólares por hora.
A los que ya tenía cautivos, comenzaba diciendo que tenía que reunir grupos de arriba de 20, después de 30, 40 y 60, con la finalidad de que le sumaran más víctimas para estafar, a cambio les prometía un “bono” con el empleador por mil dólares para que pudieran tener recursos en lo que les pagaban.
Las cantidades que les pidió a los estafados fueron desde los 19 mil hasta arriba de 120 mil, el costo variaba si les faltaba alguna documentación que incluso es gratuita como el certificado de vacunación contra el Covid-19, para tramitar el pasaporte, pero también para agilizar temas como las citas en el Consulado para el trámite de la visa.
“Nos prometió muchas cosas y caímos redonditos y al final de cuentas nos hicieron fraude”, lamentó la señora Verónica Jiménez Rico, una de las afectadas por los defraudadores.
“Esta es una persona que está bien capacitada para estafar a la gente, porque así como nos la hizo a nosotros, a lo mejor lo ha hecho muchas veces más, porque pregunta que le hacíamos, respuesta que tenía para darnos”, opinó Rosa Angélica Ortiz Lozornio.
Varias de las víctimas platicaron am AM con detalles del engaño que sufrieron y mostraron documentos, recibos y las denuncias penales presentadas. Lamentan que las autoridades no les hayan hecho mucho caso.
‘No soy la Madre Teresa’
Una de las familias estafadas por el engaño de los empleos para trabajar en estados Unidos fue la de Verónica Jiménez Rizo, quien desde marzo, a través de su cuñado, conocieron a Marisol, que les fue dando información sobre las supuestas visas de trabajo que tramitaba su “jefe”, es decir, quien se hacía llamar Pablo Urióstegui. En este caso, quienes irían a trabajar a Estados Unidos serían su hijo, Armando Alfredo Estrada Jiménez, y su esposo, Armando Estrada Gutiérrez. Desde marzo pidieron un préstamo para ir cubriendo lo que les pedía. El costo incluía la visa.
“Se le dio la mitad de los 30 mil pesos y se acordó que estando trabajando, les iba a dar un mes para que se le pagaran los siguientes 15 mil pesos, cada uno, en total eran 60 mil”, recordó la señora Verónica.
Es importante señalar que a los estafados se les prometía incluso que con el empleador tendrían hospedaje, servicio médico y una comida gratis al día, durante la jornada laboral.
“Nos prometió muchas cosas y caímos redonditos y al final de cuentas nos hicieron fraude, por último nosotros depositamos 3 mil 200 pesos a nombre de una señora llamada Aurora Vázquez y era para el transporte y el hospedaje para ir a la Embajada de México.
“Todo parece indicar que él tiene gente aliada por parte de instituciones porque también él comentó que tenía gente conocida en Relaciones Exteriores y conseguía las citas para los pasaportes de una forma muy rápida”, señaló Verónica.
Además, recordó que en su caso las citas siempre fueron en el domicilio del defraudador, argumentando que tenía en remodelación su despacho porque se acababa de cambiar de Guadalajara, en donde tenía sus oficinas con un socio.
Él vivía en un fraccionamiento privado llamado Rincón del Mezquite, que está muy cerca del centro comercial Foro 4.
“Nos citó en su domicilio, estaban sus hijos, estaba su esposa, la casa estaba bien instalada, era una casa bien, no era algo ficticio, de algún modo eso te da la seguridad de que todo está bien, pero nunca quiso mostrar su identificación oficial aunque se la pedimos, que porque él había sido víctima de robo de identidad y nos durmió”, detalló Verónica.
Según los testimonios, todas las personas que luego fueron engañadas se llegaron a reunir en grupo en casa del presunto defraudador varias veces.
Y al final, desaparecen
Otra víctima fue Rosa Angélica Ortiz Lozornio, quien contactó a estas personas desde febrero y en su primera cita, en una cafetería de Foro 4, les entregó 30 mil pesos.
“Después le deposité para el pasaporte, para transporte, para el comprobante de las vacunas de Covid, para el derecho a visa, al final fueron más de 40 mil pesos”, precisó.
Relató que si alguien cuestionaba “de más” al supuesto abogado, los sacaba de un grupo de WhatsApp en el que los tenía. Ella cuenta que llegó con ellos a través de una publicación en donde se decía que reclutaban gente para una visa de trabajo.
“Esta es una persona que está bien capacitada para estafar a la gente, porque así como nos la hizo a nosotros, a lo mejor lo ha hecho muchas veces más, porque pregunta que le hacíamos, respuesta que tenía para darnos”, opinó.
Finalmente, otra afectada, Ana Karen Zúñiga Muñoz, dice que llegó por un conocido y en su caso se irían ella, su hermano y dos cuñados.
“Llegamos a la junta, se nos hizo interesante y todo, fue en su casa y éramos como unas veinte personas, nos dijo que cobraba porque sabía y decía: no soy la madre Teresa de Calcuta”, recordó Karen.
Y precisó que cada uno les entregó alrededor de 19 mil pesos para ir a trabajar.
“Yo no pedí préstamo, yo di mis ahorros, pero mis cuñados y mi hermano sí pidieron”, explicó.
Finalmente, la fecha prometida para ir al Consulado a la Ciudad de México a tramitar la visa era el 8 de septiembre, días después Urióstegui les prometió que la recibirían por paquetería y que luego tenían un vuelo abierto por 15 días para viajar y comenzar a trabajar.
Ya no les contestó el teléfono ni él ni Marisol, desaparecieron y rastreando el número, el de él aparece en Zacatecas, el de ella en un hotel de la Miguel Alemán. Urióstegui además abandonó su casa y los guardias dicen que quedó debiendo rentas. Algunos han levantado denuncias, pero acusan que la Fiscalía General del Estado no ha puesto especial atención al caso.
Fotos de las transferencias:
CA