León, Guanajuato.- Tras tres años de la tragedia que cobró la vida de cinco trabajadores del SAPAL en el módulo de desbaste de la planta de tratamiento municipal, no hay nadie sancionado. 

Este lunes 13 de noviembre se cumplen tres años de la muerte por intoxicación y no hubo ningún responsable por la vía penal, civil ni administrativa.

Juan de Dios Hernández Araiza, abogado de dos de las familias de las víctimas, comentó para AM que en junio pasado la Contraloría Municipal, encabezada por Viridiana Márquez Moreno, les notificó que concluyó en su investigación que tres funcionarios cometieron una falta administrativa, la cual consideran como “no grave”.

Ante esto, dos de las familias presentaron el 16 de junio un recurso de inconformidad ante el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Guanajuato, demandando que se reclasifique la falta como “grave” para esos tres funcionarios y que, además, se investigue la presunta responsabilidad de autoridades de mayor jerarquía.

Los señalados por la Contraloría Municipal como presuntos responsables de faltas no graves son aquellos que ocupaban los cargos de Coordinador de Desbaste adscrito a SAPAL (Andrés N.), Gerente de Tratamiento y Reúso de SAPAL (J. Jesús N.) y el Jefe de Planta Municipal y Desbaste del SAPAL (Édgar N.).

Juan de Dios Hernández Araiza, abogado de dos de las familias de las víctimas. Foto: Cutberto Jiménez 

La pérdida de cinco vidas ocurrida el 13 de noviembre del 2020 repercutió gravemente en las familias afectadas, y pedimos que se clasifique como grave”. 

“Al tomar una planta el Sapal poco después de retirarla a la empresa Ecosys III (al vencer su concesión en septiembre de 2020), consideramos que la responsabilidad es grave y que involucra a otras personas, no solamente a estos tres servidores públicos que señala la Contraloría Municipal”, dijo el abogado.

 

Responsables, más arriba 

 

Mencionó que la decisión de tomar el control de la planta de tratamiento y su módulo de desbaste (para residuos industriales) fue del Consejo del SAPAL y del Ayuntamiento, y se hizo sin garantizar la seguridad de los trabajadores asignados a esta planta. 

La toma de decisiones contrae obligaciones como servidores públicos y deben de hacerse responsables administrativamente, ser claros, administrativamente, porque todos los temas legales del proceso se desistieron de común acuerdo”, apuntó.

Además, puntualizó el abogado, lo hicieron a sabiendas de que tomaban una planta chatarrizada y transfirieron a personal que operaba en la planta de residuos domésticos al módulo de desbaste industrial, que es muy distinto, y sin proporcionar protección ni capacitación.

Juan de Dios Hernández recordó que una de las recomendaciones hechas por la Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato (Prodheg) en octubre de 2021 fue por la dilación en la investigación de la Contraloría Municipal sobre los hechos del 13 de noviembre de 2020. Además, en febrero de 2021, dos de las familias presentaron una queja ante la Contraloría para exigir sanciones.

Al inicio de la presente Administración Municipal, se realizaron convenios con las familias cumpliendo con las indemnizaciones, atención psicológica, la disculpa pública, etc., y se acordó con las familias desistir de denuncias penales. En la actualidad, lo único pendiente de los procesos legales es resolver la sanción administrativa.

 

Afirman fortalecimiento de seguridad en planta

 

Desde la trágica muerte de cinco trabajadores en la planta de desbaste de SAPAL, se han intensificado los protocolos de seguridad y la concientización del personal para el uso adecuado de los equipos. 

Así lo afirmaron Enrique de Haro Maldonado, director del SAPAL, y José Antonio Morfín Villalpando, presidente del Consejo Directivo de SAPAL.

“Seguimos trabajando en la reingeniería del módulo, son diferentes obras desde el cambio de tuberías, cambio de bombas, infraestructura en general. También se trabaja en el tema de conciencia del personal y del uso del equipo”, dijo De Haro Maldonado.

Enrique de Haro Maldonado, director del SAPAL. Foto: Staff AM.

Destacó que el enfoque principal está en la concientización, enfatizando que aquellos que ingresen a la planta de tratamiento no deben esperar que se les exija el uso del equipo, sino que deben conocer qué equipo necesitan y ponérselo de manera proactiva. Además, descartó que se hayan registrado incidentes en la planta en los últimos meses.

Por su parte, José Antonio Morfín Villalpando, presidente del Consejo del SAPAL, expresó que ya se contaban con las medidas y protocolos de seguridad necesarios para prevenir accidentes, incluso antes del trágico incidente.

 

Milagros Ramírez Aguirre, viuda de José Salvador. Foto: José Antonio Castro Murillo.

Viven dolor madre y esposa de trabajador intoxicado

 

Con un dolor “muy duro” es como ha vivido estos últimos tres años Patricia Martínez Jiménez, madre de José Salvador Afanador Martínez, conocido como “Chavita”, trabajador de SAPAL, quien murió intoxicado junto con cuatro compañeros.

“Chavita” falleció pocos días antes de cumplir 27 años; su cumpleaños era el 1 de diciembre, por lo que estas fechas se vuelven aún más tristes para toda su familia, al recordar su muerte y su nacimiento.

Su madre lo recuerda como un hijo cariñoso, responsable, alegre, bailador, obediente y muy trabajador. Ni siquiera las terapias psicológicas han logrado que la señora Patricia supere esta lamentable pérdida.

Para toda la familia de “Chavita”, fue un cambio muy radical. “Ya no fue igual, fue algo muy repentino, nos duele”, dijo su madre, quien aún conserva la ropa de su hijo. Uno de sus deseos es que alguien pueda hacerle un osito con alguna prenda de su hijo para poder abrazarlo.

La última vez que vio con vida a su hijo, doña Patricia recuerda que él le dijo que ya se iba y que “no estuviera con pendiente”.

“No me imaginé que iba a pasar esto, él se fue muy contento”, expresó con la voz entre cortada la señora, quien ha soñado que su hijo le dice que no está sola, que él y su también difunto esposo no la dejan sola.

“Chavita” ayudaba económicamente a su mamá, quien ahora sobrevive con una pensión que él le dejó a través de una cooperativa popular, al igual que a su esposa.

 

Planeaban tener un hijo

 

Salvador tenía casi tres años de casado con Milagros Ramírez Aguirre y ya estaban en planes de tener un bebé. Su viuda, Milagros, platicó que el último día que habló con “Chavita”, él le dijo cosas que la hacen pensar que ya tenía un presentimiento.

Teníamos dos años y siete meses de casados y ya empezábamos a querer tener hijos. Yo siento que una pérdida siempre va a doler y nunca se va a olvidar”, dijo Milagros.

Expresó que el último día que habló con él fue por teléfono, ya que, debido a los horarios laborales, en ocasiones no se veían mucho. 

Recordó que, alrededor de las 7 de la noche, tenía llamadas perdidas de “Chavita”, así que le devolvió la llamada. 

“Me dijo ‘ya me voy, pero recuerda mucho que te amo y te extraño mucho’. Era casi una semana que no nos veíamos y le dije ay, tú, ni que fuera qué, si mañana ya nos vamos a ver, y me dice ‘¿sí, verdad’? Pero sí se notaba como raro y le dije ahorita te marco porque iba a tomar el camión”. 

No pasaron ni cinco minutos cuando Milagros volvió a marcarle, pero “ya no me contestó”.

Con información de Leonel Araiza Estrada y Edith Reyes Rojas. 

LALC

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