León, Guanajuato.- El asesinato de Adolfo Enríquez Vanderkam tiene que investigarse desde la perspectiva de la defensa de los derechos humanos, e incluso aplicarse el protocolo de delitos cometidos contra periodistas. 

Así lo consideró Raymundo Sandoval, integrante de Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato, quien manifestó que este crimen tiene que investigarse así porque aumenta el riesgo de las demás personas defensoras de derechos humanos como feministas, ecologistas y buscadoras de personas desaparecidas. 

Destacó que desde 2017 Enríquez Vanderkam había recibido señalamientos y amenazas, mismas que hizo públicas en sus redes sociales. “Él no se asumía a sí mismo como defensor de derechos humanos, decía que era activista social y por su propia experiencia personal, familiar y por la propia participación política que tenía me parece que había una resistencia a esta categoría estricta de persona defensora de derechos humanos. 

Pero por su práctica sí era una persona defensora de derechos humanos según la definición de Naciones Unidas. En ese sentido, el asesinato cometido en su contra ayer tiene que investigarse desde la perspectiva de la defensa de los derechos humanos, independientemente de su propia identidad”, apuntó. 

Raymundo Sandoval, integrante de Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato. Foto: Cortesía.

Reiteró que se tiene que seguir el protocolo específico que asocie el hecho al trabajo de defensa de derechos humanos, en este caso al activismo social de Adolfo, así como a los años de señalamientos y amenazas que desde 2017 se documentaron en su contra. 

“E incluso a los incidentes de persecución y criminalización de los que fue objeto por parte de la Fiscalía y otros actores políticos. Hay que recordar que no solamente fue la Fiscalía sino que incluso hubo denuncias penales en su contra por acecho

Y que más allá del resultado de la investigación penal, sí había una campaña de estigmatización y persecución contra Adolfo, no solamente desde 2017 sino en la época reciente”, aseguró. 

Explicó que en el protocolo de investigación desde la perspectiva de la defensa de los derechos humanos debe analizarse el nexo causal y revisar el trabajo de la persona. Mencionó que lo último que estuvo investigando Adolfo fue relacionado con amenazas que recibió directamente. 

“Se deben investigar las campañas de criminalización y estigmatización, la persecución penal de la que fue objeto y la perspectiva de su trabajo como defensor de derechos humanos y la participación de los particulares. Este es un crimen que tiene que investigarse desde esa perspectiva porque aumenta el riesgo de las demás personas defensoras de derechos humanos y eso incluye a feministas, ecologistas y buscadoras que cuestionan al Estado.

El perfil de Adolfo era diverso, más allá de su identidad hizo un trabajo de difusión en el ejercicio de su libertad de expresión, y por su presencia en redes sociales puede incluso configurarse como una persona periodista”, opinó. 

Dijo que más allá de lamentar y hacer pronunciamientos inmediatos se requiere de una investigación de fondo para sancionar a los responsables y generar medidas institucionales de no repetición.

Esto para que las demás personas defensoras de derechos humanos, e incluso para quienes ya tienen una medida de protección ante el mecanismo federal o el Consejo Estatal de Protección, se sientan realmente protegidas por estos mecanismos que están evidenciando su falta de operancia.

Es el riesgo de cualquier activista

David Herrerías, coordinador de “No + Pobreza”, consideró que el asesinato de Adolfo Enríquez refleja el riesgo que corre cualquier activista o persona que se dedique a cuestionar las problemáticas sociales. 

“Cada vida es una pérdida terrible. Me parece preocupante lo de Adolfo por la labor que desarrollaba, pudieras estar de acuerdo a veces, otras no, pero uno se pregunta si su muerte tiene que ver con lo que hacía y decía. 

El el lugar del asesinato dejaron flores y hoy por la mañana elementos aún investigaban la escena. Foto: Omar Ramírez.

Si tiene que ver con lo que hacía me parece muy grave porque nos está hablando del riesgo que corre cualquier activista o persona que se dedique a cuestionar, me parece que urge una investigación muy a fondo y que sea creíble para entender qué es lo que pasó”, señaló el también activista, quien manifestó que hay incapacidad en todo el País para lidiar con la violencia.

CA

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