León, Guanajuato.- La familia de Adolfo Enríquez Vanderkam agradeció las muestras de apoyo y de cariño de las y los leoneses luego del asesinato del activista social, ocurrido la noche del martes.

Durante el velorio de sus restos mortales, su sobrina, Aratxa Mayagoitia Enríquez desmintió que el joven herido durante el ataque sea uno de los pacientes del centro de rehabilitación donde él colaboraba, y que ella dirige.

Ellos desconocen la identidad del joven de 16 años, así como su condición de salud. “Él vivió por la sociedad leonesa y murió por su trabajo. Es obvio que él sabía que se arriesgaba, pero de cualquier manera es algo que no te esperas, es sumamente doloroso saber que después de todo el esfuerzo que hizo por la sociedad haya terminado tirado en una calle con 30 balazos.

“Por otra parte, es bueno saber que hay gente que lo quiere. No creo que haya nadie que vaya a poder llenar su lugar”.

Otro familiar, Alberto Cifuentes, desmintió que Adolfo se hubiera cambiado a vivir al centro de tratamiento, pues él tenía su casa. Y aseguró que muchas personas se han acercado con la familia para expresarles su tristeza pero también su agradecimiento, por la ayuda que en su momento les brindó Adolfo.

Aratxa Mayagoitia Enríquez, sobrina de Adolfo Enríquez Vanderkam. Foto: Martha Silva.

Mientras que Ariadna López Enríquez, hermana menor de Aratxa, dijo durante la ceremonia cristiana en memoria del activista, que ella no estaba de acuerdo con su labor pero que lo reconocía por ello, que ahora solo les queda sostenerse en su fe, pues aunque se tiene conciencia de la muerte “es diferente cuando te lo arrebatan y para mí, me arrebataron a mi tío”.

Ayudaba al prójimo

En entrevista, Aratxa Mayagoitia afirmó que hoy día se vive en una sociedad ultraviolenta, sin ley. Y aunque se ha perdido la confianza en las autoridades, espera que haya justicia, algo que si se logra será porque se trata de alguien visible, con una gran presión social detrás.

Comentó que la Fiscalía General del Estado habló con ellos y les dijo que tendrán total acceso a la carpeta de investigación, sin embargo, de momento no han dado seguimiento al tema porque están enfocados en su duelo. Y aunque la familia no ha pedido protección, el Municipio les ha brindado el apoyo.

También aclaró que el adolescente herido no es paciente del centro de rehabilitación, pues estos tienen horarios estrictos. Como el activista brindaba todo tipo de ayudas, incluyendo a chicos de la calle y familias necesitadas, dijo que pudo ser cualquier persona.

Sobre el legado de Adolfo Enríquez Vanderkam, su sobrina dijo que no continuarán con el conteo de homicidios o las denuncias de delitos, pero que no dejarán de apoyar a la Comunidad Terapéutica Espíritu Santo, el centro de tratamiento de adicciones para hombres y mujeres que ambos fundaron con la intención de hacer un trabajo social real.

Las adicciones son una pandemia en este momento, vamos a sacar a los jóvenes de las adicciones, como él hubiera querido. Él era consejero para los chicos, que supieran que se puede tener otra oportunidad de vida”.

Durante la ceremonia cristiana en memoria del activista, realizada en la capilla de la funeraria, el pastor oficiante recordó las diferentes formas en cómo Adolfo ayudaba a la comunidad, y pidió dejar de lado el odio y seguir sembrando en otros la esperanza.

Al velorio asistieron, entre otros, el diputado federal panista Román Cifuentes Negrete y la polémica activista Norma Nolasco Acosta.

El sepelio se realizó esta tarde en el Panteón San Nicolás.

“Hambre de justicia”
La noche del miércoles, Aratxa Mayagoitia transmitió desde el sitio donde mataron a su tío y conmovida, mostró las consignas que la ciudadanía dejó en el improvisado altar: “Te recordaremos, amigo”, “Honor a quien honor merece”, “Cuánto más hay que aguantar. Basta”, “Fue Alejandra Gutiérrez. Fue Mario Bravo Arrona. Fue Diego Sinhue. Fue la Fiscalía”. “Por quien hizo justicia en lugar de Zamarripa, quien no pudo ni podrá”. “Descansa en paz, Vanderkam, por tu gran labor”.

AM

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