León, Guanajuato.- En el Hospital General de León, se reciben entre tres y cinco personas cada semana con lesiones penetrantes de bala, según reveló el neurocirujano con alta especialidad en cirugía de columna, Arturo de Jesús Gómez Cano, quien está adscrito a este hospital.

“Y son lesiones que no solamente afectan la columna y la médula o las estructuras nerviosas, sino que acompañan lesiones en otras áreas del cuerpo: tórax, abdomen, otra parte de la comunidad orgánica del cuerpo. Entonces, es importante hacer esa observación que nosotros estamos viviendo día con día”, anotó.

En este contexto, destacó que la mayoría de estas lesiones por arma de fuego, cuando afectan la médula espinal, resultan en una discapacidad severa e irreversible. “Yo puedo estimar de una manera poco estricta, estadísticamente, que tal vez hasta un 70 u 80% de las lesiones por arma de fuego que estamos recibiendo en el hospital tienen discapacidad severa e irreversible”, precisó.

Agregó que, dependiendo de la ubicación de la lesión, la discapacidad puede incluir la pérdida de movilidad en brazos y piernas, así como afectaciones en las funciones de los esfínteres. “Y hoy sabemos aun con los avances tecnológicos que muchos siguen fuera de nuestro alcance, y a pesar de los esfuerzos mundiales para recuperar una capacidad funcional neurológica, se siente que son todavía alejados a nuestra capacidad de apoyarles en recuperar la función”, apuntó.

 

Más afectada la población joven

 

En relación con el grupo de edad más afectado por estas lesiones, el especialista señaló que, en términos de lesiones traumáticas, ya sean asociadas a heridas por arma de fuego o lesiones cerradas, la población joven es la más impactada. 

Tenemos también un predominio en los varones y la población predominantemente afectada es la que está en el rango de 20 a 40 años”, detalló.

Especificó que alrededor del 60% de las atenciones relacionadas con la columna vertebral abarcan lesiones por caídas, accidentes automovilísticos y proyectiles de arma de fuego. “Y nos limita el  resto a las atenciones por lesiones congénitas o degenerativas”, agregó.

Finalmente, resaltó que el hecho de que la población joven sea la más afectada por estas lesiones implica un impacto en la parte productiva de la sociedad. “Y tenemos discapacidades severas que implican altos costos, de hospitalización, de materiales y sobre todo la rehabilitación”, concluyó el neurocirujano.

 

Fumar afecta la calidad de los huesos 

 

Fumar es un factor significativo que puede contribuir al desarrollo de problemas en la columna vertebral, advirtió Karla Teresa Lozano Esquivel, ortopedista con especialidad en cirugía de columna en el Hospital Regional de Alta Especialidad.

“El tabaco tiene impacto sobre el metabolismo óseo, en las estructuras espinales, sus componentes afectan la capacidad de mantener en buena calidad el hueso. Cuando vemos una radiografía o tomografía de una columna vertebral de un paciente que lleva fumando mucho tiempo y otro paciente que no fuma, las diferencias sí son abismales”, precisó.

La especialista señaló que está científicamente comprobado que el consumo de alcohol acelera el proceso de degeneración de la columna, así como otros factores modificables, como el control de peso. “Lo primero que nos manifiesta el paciente es dolor, ya sea que se quede en la espalda, la columna o un dolor que se irradie a las piernas, que incluso también sea progresivo y se agudice frecuentemente provocando disminución de la fuerza, es así como nos llega el paciente, son los primeros síntomas”, anotó.

 

Enfermedad degenerativa

 

Por otro lado, Lozano Esquivel recordó la existencia de enfermedades degenerativas de la columna que pueden manifestarse a partir de los 50 años. “Y eso depende de otros factores externos, no solamente la edad, todos vamos a envejecer y nuestra columna con nosotros, pero hay factores que lo aceleran, desde nuestra ocupación si tuvimos accidentes en el pasado u otro tipo de factores como osteoporosis, enfermedades metabólicas, que vayan a afectar directamente a los huesos”, puntualizó. 

Sin embargo, insistió en que existen medidas preventivas para minimizar el daño, como mantener un peso adecuado y adoptar buenos hábitos posturales. Además, enfatizó que, antes de recurrir a la cirugía, se exploran todas las posibilidades de tratamiento alternativo. “Si el paciente es atendido a tiempo, la mejoría muchos pacientes la pueden manifestar de inmediato y tu calidad de vida mejora, dejas de tener dolor”, declaró.

 

Avances en cirugía de columna

 

En relación con las intervenciones quirúrgicas de columna, la especialista indicó que participan tanto ortopedistas como neurocirujanos. Destacó que someterse a una cirugía no implica necesariamente invalidez, ya que la ciencia y los procedimientos han avanzado considerablemente, incorporando incluso la inteligencia artificial. “Hay dispositivos de inteligencia artificial que permiten al cirujano de columna identificar estructuras durante la cirugía y hacen que disminuya el rango de que se cometa algún error”, precisó.

Finalmente, subrayó la importancia de contar con una red de apoyo para lograr una recuperación exitosa. “Desde quien le haga una curación o lo lleve a sus consultas, eso nos da un buen pronóstico, su porcentaje de llevar una buena calidad de vida es definitivamente favorable”, concluyó.

LALC

 

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