León, Guanajuato.– Este sábado se celebró un encuentro juvenil llamado La Trinchera, donde el municipio, en conjunto con el centro de rehabilitación Sirviendo a Dios, patrocinó batallas de rap o freestyle, donde una docena de artistas compitieron por cuatro premios en efectivo, con una asistencia de unas 200 personas a plaza Fundadores.
La Trinchera tiene unos cuatro años realizándose, explicó Rodrigo Eduardo Camarena Saavedra, director de Empoderamiento Artístico y Cultural del Instituto Municipal de la Juventud.
Consta de dos modalidades: las competencias de improvisación o batallas de freestyle, y las canciones de rap. Se realiza en plazas públicas como una oportunidad para que padres de familia y público en general conozcan este modo de expresión como una forma de convivencia sana.
“A través de mi esposo -Dany MC-, me empezó a gustar -el freestyle-, ahora lo hacemos juntos, nuestros hijos nos ven, les gusta. A él se le da la letra, a mí la melodía, a veces componemos juntos”, cuenta Alejandra Berenice Aguirre Cabrera, “Ale”, rapera por tres años y medio.
Su fe cristiana la transformó y pudo salir de las adicciones, salvar su matrimonio y encontrar en el rap una forma de expresión y de inspiración. Ahora forma parte del grupo SCS Crew Solo Cristo Salva.
Ale invitó a más mujeres a sumarse al rap “es una experiencia muy bonita y más si es en Cristo. Entre más mujeres seamos, mejor”.
Mientras que “Dany MC”, Daniel Moctezuma Hernández, de 26 años, contó que desde los 12 comenzó a escribir canciones con mensajes violentos, pero tras su transformación religiosa, ahora busca compartir experiencias, propias y ajenas.
“Ahora motivo a los jóvenes a dejar las drogas, las pandillas y hacer algo bueno para la comunidad, para las colonias. Me siento contento en este ministerio de rap”.
El ganador de la batalla fue Cristopher David Becerra Segovia, “Wolfram”, de 17 años, quien lleva siete años rapeando y tres en competencias.
Dijo que leer ayuda a rapear pero hay gente que no lo hace y tiene talento para tener un ‘almacén de palabras’. “Creo que el freestyle se da naturalmente, pero obvio sirve de entrenamiento ver batallas, animándote, -practicando- en tu casa”.
“Los freestylers tenemos que saber qué significan las palabras, no podemos decirlas solo al azar porque riman, hay que saber qué significan, tener coherencia, que es saber lo que estás diciendo, cómo y dónde lo estás diciendo”.
Wolfram dijo que hay un circuito importante de rap en la región. En León las batallas son en el jardín del Arco de la Calzada, en plaza principal y en el parque Hidalgo.
Los freestylers tenemos que saber qué significan las palabras”
Curt Carrillo “Dexo”, otro rapero destacado, empezó a improvisar rimas desde los 10 años con su hermano, ahora, a los 24, ya ha sido campeón regional en el Red Bull Guadalajara.
“El escenario es un lugar donde puedes hacer catarsis, desahogarte, pero también es delicado porque no solo tiene impacto en ti, también en las personas que te siguen y que se paran a escucharte”.
Las batallas “son una confrontación poética moderna, como ya existen los huapangueros en Xichú, que hacen improvisación. Nosotros solo agarramos una cultura y la modificamos a lo nuestro y la reproducimos”.
Y mencionó la importancia de la figura del host o presentador, que maneja el intercambio de energía entre el rapero y el público, en esta ocasión fue “Ripper Shock”, Aarón Isaac Bustos Rocha.
El valor de las palabras
De acuerdo a Enrique Soriano Valencia, periodista y autor de la columna “Chispitas de Lenguaje”, la gente no necesita mucho vocabulario en términos generales pues “si la sociedad no te demanda una cantidad fuerte de palabras, no vas a recurrir a ellas”.
Comentó que ante el desconocimiento de la palabra en español se recurre a anglicismos o palabras en otros idiomas o al intercambio en las variedades del propio español.
“Los muchachos sí están leyendo mucho en las redes sociales, pero eso no significa que tengan acceso a mayor cantidad de vocablos, porque ahí se recurre a términos coloquiales. Y (en el rap se necesita) el albur, que va más allá de someter al oponente de una manera sexual, se refiere a la improvisación de versos o lenguaje para imponerse al otro”.
Reconoció que el freestyle es una expresión artística que si no tiene arraigo se va a perder, por muy de moda que esté; sin embargo, de momento es un instrumento de evolución del lenguaje.
Wolfram concluye: “El rap, como la banda y otros ritmos, puede hablar de conciencia, de valores, de amor, de tristeza… Ojalá lo conozcan y no tengan tantos prejuicios. El rap es un arte y una forma de expresión”.
CA