León, Guanajuato.- La tragedia comenzó en un año y terminó en otro.
A las 8:30 de la noche del 31 de diciembre de 1981 una amplia zona del Portal Padilla se desplomó. Bajo los escombros quedaron cuatro personas sin vida.
A medianoche, cuando asomaba 1982, los rescatistas que trabajaron a mano limpia, con picos y palas, durante muchas horas, rescataron los cuerpos de María Marcos Pereira y su hija María Maura Castañeda Maura.
Seis horas después aparecieron los restos de un desconocido y a la 1:30 de la tarde de aquel triste año nuevo, los de María del Socorro Estrada Padilla.
Todas las mujeres que fallecieron trabajaban en las casetas de artículos de piel ubicadas en el portal, cuyo mal estado había sido advertido en repetidas ocasiones.
Las tareas de rescate revelaron la carencia de elementos y fórmulas para enfrentar estas desgracias. Además de la falta de equipo para remover los escombros, los socorristas de la Cruz Roja trabajaron sin herramientas debido a que su comandante faltó a la guardia la noche de la tragedia.
Por ello, los socorristas no tuvieron ni ambulancia ni equipo para sus labores.
CA