León, Guanajuato.- Aunque las mujeres en México comenzaron a obtener licencias de manejo hace más de 100 años, en el rubro de transporte de pasajeros sigue habiendo discriminación hacia este género.

Sin embargo, conforme más mujeres se instalan detrás del volante se va derrumbando el estereotipo de “ellas no saben manejar”.

Testimonios recabados por AM indican que hace algunos años hubo un ligero aumento de personal femenino en labores de transporte de mercancías y pasajeros, pero la inseguridad, que afecta a todos, alejó a muchas de ellas.

Pero otras, como Karina Belman García, no están dispuestas a ceder la libertad ganada, a pesar de lo que ella califica como “complicaciones”.

Karina tiene 24 años y es conductora de la plataforma Uber desde hace seis.

De las veces que he tenido el riesgo de un percance ha sido a causa de un hombre, y el típico dicho de ‘es que eres mujer’ no vale, -les respondes- ‘es que yo iba bien, tú fuiste el que quisiste hacer algo que no debías’. Es indispensable cambiar ese chip. Es un prejuicio erróneo”, aseguró.

Cuando ella anunció a los 18 años que iba a comenzar esta actividad, sus familiares, en especial sus abuelos, se escandalizaron, pero en el transporte privado de pasajeros ha encontrado buenos ingresos, libertad de horarios y un espacio para desarrollar sus talentos, ya que se considera excelente conductora.

Karina Belman García es conductora de la plataforma Uber. Foto: Martha Silva

“Nunca me ha gustado estar bajo el mando de alguien, este trabajo me ha dado libertades: de horarios, de decidir qué días laborar, libertad financiera. Yo sabía que era muy difícil. Hace seis años era más marcado encontrar a una mujer, incluso había muchas personas adultas mayores que decían ‘Wow, es una niña, ¿y si nos accidentamos?’ -remarcaban- mi falta de experiencia”.

Pero gracias a su profesionalismo y voluntad de no rendirse, Karina ha ido perfeccionando su oficio: ya pudo comprarse un mejor automóvil, paga parte de sus gastos como estudiante de Finanzas y lo mejor es que tiene un récord impecable: no ha sufrido algún choque y tiene una única infracción vial, por circular con luces apagadas. 

Contó que justo un día antes de la entrevista, una usuaria la agredió física y verbalmente, por lo que tuvo que solicitar apoyo de sus colegas. La agresora se retiró antes de que ellos llegaran.

Uno trata de mantener la calma, no caer en su juego, ya que muchas aplicaciones le dan preferencia al usuario, cuando a veces no es así”.

La dinámica de trabajo es sobre ruedas, pero Karina cuenta que su grupo de amigas conductoras comparte todos los días desayuno, comida o cena.

“Las mujeres hacemos la fuerza. En ocasiones hemos trabajado emergencias internas, del tipo ‘no les vamos a avisar a los hombres, lo vamos a hacer entre nosotras’. Incluso, por haber un poco más de confianza, nos podemos abrir para tratar temas laborales y también personales o sentimentales”.

La conductora reconoce que las madres solteras son las que tienen los trabajos más precarizados, los sueldos más bajos, por lo que el transporte privado es buena opción para ellas. 

Ahora la abuela de Karina se dice orgullosa de “la nieta Uber”.

Cabeza de familia

Ana Lizete Arrona Ortiz tiene 9 meses monitoreando por GPS las rutas de transporte de personal en una planta en el Parque Industrial Pilba.

Se encarga de acompañar a la distancia a los choferes y vigilar el cumplimiento de horarios, desde que los conductores despiertan, de madrugada, hasta que concluye el turno, también, de madrugada.

Ana Lizete Arrona Ortiz tiene 9 meses monitoreando por GPS rutas de transporte de personal. Foto: Martha Silva

Por esta cercanía ha atestiguado todo tipo de comentarios discriminatorios, humillantes, de “mansplaining”, por parte de algunos hombres contra el trabajo de sus compañeras mujeres, de que no saben manejar un vehículo, menos uno de gran tamaño.

Somos igual que un hombre y a veces, más responsables. El operador debe estar consciente de que trae 30 personas a bordo que se duermen, es una responsabilidad muy grande. Y la mujer tiene más precaución, por ejemplo -en el monitoreo- las chicas siempre me responden a tiempo, los hombres, hasta la tercera llamada”.

Lizete dice que en cuestiones de seguridad, también por lo general ellas son más exigentes, argumentan “Yo soy mamá, tengo que llegar a mi casa, mis hijos me esperan”.

En su caso, un compañero que antes menospreciaba su labor y ahora que está en su mismo puesto, simplemente no puede con él y ha pedido su ayuda.

Y advierte que los comentarios ofensivos siguen hasta que la mujer se cansa, “porque si no dices nada te siguen humillando, hay que poner un alto”.

Oportunidades en el SIT

Érika Guadalupe Delgado Granados acaba de regresar al transporte público, luego de pasar unos meses en el transporte de personal. Su familia no estaba contenta cuando decidió entrar en el sector, pues es peligroso, pero es madre soltera y no le gustaba trabajar en un lugar encerrado.

Me inscribí a la escuelita del corporativo -concesionario del Sistema Integrado de Transporte, SIT-, nos enseñan a manejar con las dimensiones del camión, cómo tratar a la gente y ahí se dio la oportunidad. Eran siete hombres y solo yo de mujer”.

Dijo que se salió del transporte de personal porque es muy pesado y mal pagado, el primer viaje empieza a las 4:30 de la mañana y a lo largo del día es ir y venir llevando gente a la planta, terminando después de medianoche. Por eso se pasó al SIT.

Érika Guadalupe Delgado Granados acaba de regresar al transporte público. Foto: Martha Silva

Reconoce que en este oficio se sacrifica mucho tiempo que le gustaría dedicar a su hija, pero “yo lo veo por el lado de que no le falte nada a mi niña y cuando estoy con ella trato de disfrutarlo al máximo”.

Érika pide a la gente confiar en las mujeres conductoras “por eso nos capacitan antes, hasta que no nos vean capaces, no nos sueltan. Esto también es de maña, porque nadie nace sabiendo. Y los límites te los pones tú misma”, concluyó.

Como Érika, Adriana Rodríguez Barrios aprendió a manejar a los 13 años pero inició en el SIT en 2018. Algunos años después se sumó a un equipo de mujeres en el transporte de personal, por la visión de un supervisor que confió en ellas y les dio la oportunidad durante la pandemia.

Adriana Rodríguez Barrios aprendió a manejar a los 13 años. Foto: Martha Silva

Eso no cayó bien en ciertos varones, “cuando ven que una mujer también lo hace e incluso lo hace mejor, empieza a hacer rencillas, a hablar mal de las mujeres”.

Pero ellas tienen la capacidad. 

Cuando me divorcié no sabía en qué trabajar, pero sabía manejar. Tras lastimarme un brazo en una fábrica y como decían que la oruga era automática, de botones, me aventé. Si a uno le dan la oportunidad y lo enseñan bien… en cuanto me soltaron un camión me encantó.

“Conocí una compañera que había entrado antes que yo, la animé, ya que el compañero que tenía asignado le decía de las rutas pero no le daba la confianza para soltarle el camión, yo le dije que se lo iba a soltar, que no tuviera miedo, porque ella también fue capacitada en base Delta”.

Adriana dice que debe dársele más oportunidades a las mujeres, enseñarles, darles la confianza, porque capacidad, asegura, sí la hay.

Muestran capacidad y temperamento

Berenice Cabrera Rodríguez es policía municipal porque desde niña quería dar un servicio a la gente, por influencia de su padre, también agente. Tiene unos 7 años usando motocicleta, una de las pocas mujeres en la corporación.

Se me otorga la oportunidad de pertenecer al grupo de motociclistas, somos bancarios. Tenemos que aprender a conducir a velocidades muy altas, con prácticas de motociclismo táctico, que es reaccionar desde la motocicleta con el arma, algo diferente a la patrulla”.

Pero Berenice ha demostrado capacidad, temperamento y vocación de servicio.

Berenice Cabrera Rodríguez es policía municipal porque desde niña quería dar un servicio a la gente. Foto: Omar Ramírez

Reaccionar ante provocaciones de la ciudadanía “depende mucho del estado de ánimo. Yo siempre trato de dar las indicaciones de la manera más amable y respetuosa que se pueda, si el ciudadano se porta grosero, ya procedes de otra manera” con multa u otra intervención.

A mediano plazo, la oficial piensa terminar su carrera como psicóloga y exhorta a las mujeres a no limitar sus sueños.

Su colega Juana Alejandra Navarro Guevara tiene más de 5 años como policía vial, antes fue bombera y paramédica. Ella también estudia, en su caso, Pedagogía.

Juana Alejandra Navarro Guevara tiene más de 5 años como policía vial. Foto: Omar Ramírez

Afirma que no ha sufrido discriminación o acoso por parte de sus compañeros varones, de quienes recibe respeto y protección, sin embargo, reconoce que otras mujeres sí han entrado en conflicto con ella.

Y es común que la ciudadanía priorice atender a su compañero antes que a ella.

Los hombres te ven y cuando yo llego y me entrevisto -con ellos- te ignoran, te hacen a un lado y se van con el compañero, entonces este le aclara que yo soy quien lo está deteniendo, ‘vaya con la oficial’ y cuando les dices el motivo, me mandan a mi casa a lavar los trastes, igual con los conductores ebrios. O vas en la patrulla y te van pitando, por el solo hecho de ser mujer”.

Como Berenice, Alejandra busca imponerse con respeto, firme y segura, “es cuando el conductor le baja -el tono- y se disculpa, ‘vengo estresado, no fue mi intención’”.

Y alienta a las mujeres a no limitarse: “Mientras respetes el reglamento, seas hombre o mujer, no hay limitantes, en el reglamento no dice que por ser mujer no la vas a armar para sacar una licencia. 

“Son hombres los que cometen más errores, en accidentes e infracciones, las mujeres son más precavidas, aunque hay la misma capacidad”, finalizó.

FUERZA FEMENIL EN EL SIT
  • Hay 1,288 operadores activos en el Sistema Integrado de Transporte (SIT), de los cuales 53 son mujeres (el 4.11 %)
  • De ellas, 7 brindan el servicio en las 10 rutas troncales (orugas).
  • Hay otras 46 operadoras en las rutas alimentadoras, auxiliares y convencionales.
  • La operadora Claudia Mariola Martínez Andrade tiene 19 años en el servicio, es la que tiene la mayor antigüedad en el SIT
Fuente:  Dirección de Movilidad Municipal

DAR

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