León, Guanajuato.- En esta temporada de calor y vacaciones, las fuentes de la ciudad se convierten en “albercas” para niños y niñas.

En León es frecuente ver que en fuentes como las del Parque Hidalgo o las de la Calzada de los Héroes los pequeñines se dan una refrescada; sin embargo, esto puede generar riesgos para la salud. 

Y es que, el agua de las fuentes es tratada con químicos, empezando por cloro que puede deteriorar la grasa protectora de la piel.

Además, en las fuentes puede haber cableado eléctrico para el bombeo del agua. 

En esta temporada es común ver a niños refrescándose en las fuentes. Foto: Edith Reyes

Hace algunos años un niño que se metió a las fuentes que están a un costado del Arco de la Calzada recibió una descarga eléctrica.

Otra de las fuentes en las que es común ver a niños jugando en esta temporada es la que se encuentra frente al Forum Cultural, entre prolongación Calzada de los Héroes y los bulevares Vasco de Quiroga y López Mateos. 

Ahí, como en otras fuentes, los niños andan a sus “anchas” por varios minutos y hasta horas.

Los riesgos de meterse a las fuentes

Una vez me metí a las fuentes que había en el Parque Juárez, ahí se hacía la albercada bien seguido y una vez me dio una infección de estómago por muchos días, aparte que la piel me picaba, pero era muy divertido y no había para ir a balnearios, estaba todo enlamado, pero eso no importaba”, comentó Fredy Quintana, quien hace años se enfermó por entrar a una fuente sucia. 

El doctor Fernando Santiago Valadez explicó que: “muchas son aguas tratadas, tienen químicos que de entrada son fuertes para el organismo porque son corrosivos, pueden irritar la piel, los ojos y dar infecciones en los oídos. Pero también por la suciedad quienes se meten pueden contraer enfermedades sobre todo del estómago”, señaló.

Además, en las fuentes puede haber restos de basura, que pueden ser desde residuos de vidrios y plásticos que se pueden encajar quienes se meten por su chapuzón. 

Antes llevábamos a los chiquillos al parque Hidalgo y yo creo eran más orines que nada en el agua, pero ya no volvimos desde que uno se enfermó de diarrea y tenía hasta temperatura”, contó Judith Solís, madre de familia. 

DAR

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