León, Guanajuato.- “Arriésgate y hazlo”, fueron las palabras se dijo a sí misma Wendy Cortés Gómez, una veterinaria de origen leonés, radicada en Monterrey, para decidirse participar en un curso intensivo de medicina para caballos en Emiratos Árabes Unidos, país situado al extremo de la península de Arabia donde la exótica fue ella.
Porque habría sido seleccionada no solo como la primera veterinaria de origen mexicano en pisar esas tierras, sino la primera persona de nacionalidad mexicana en la llamada “Emirates International Endurance Village”, ubicada en la capital del país, Abu Dhabi.
Todo por su amor a los caballos, el cual nació desde su niñez y primera juventud, cuando fue representante de Guanajuato y luego nacional de la carrera de barriles, una de las disciplinas del rodeo estadounidense que combina fuerza, destreza y comunicación entre jinete y caballo para hacer “suertes” con barriles metálicos.
Encontré gente que no me conoce, pero que me aplaudiera por mi talento cuando en México me dicen ‘es que es mujer y no puede, eso es mejor para un hombre’. Allá respetan y valoran a la mujer porque saben que como médico veterinario tiene más intuición, es más empática para hablar con los dueños de los caballos y tiene más cuidado, más visión a detalle que los hombres no tienen”.
Wendy superó la epilepsia, sufrió muchos accidentes y fracturas durante sus prácticas, después de creer que no podía tener hijos, tuvo un embarazo de alto riesgo que llegó a feliz término, mientras consolidaba su negocio de terapia asistida con estos animales para ayudar a otras personas a superar sus miedos y duelos.
El año pasado llegó la oportunidad de concursar por un lugar en la clínica de caballos del jeque de Abu Dhabi, al final de la temporada de carreras de resistencia. Recibió una beca que cubría el curso, hospedaje y alimentos, precisamente porque cubría el perfil que requerían los árabes.
“En ese país a los médicos veterinarios los ven con gran respeto. Los caballos, -de acuerdo a la filosofía árabe- son símbolo de perfección, de lujo, de poder, son lo más preciado que puede haber, un símbolo nacional. Entre las cuadras hay mucha rivalidad, es como el Chivas-América, por lo que el caballo debe estar completamente sano porque participan en carreras de 80 o 100 kilómetros en medio del desierto”.
Y es el veterinario quien valora cada caballo para ver si puede continuar en las carreras.
Los animales son llevados a la Villa donde ella estuvo, donde cuentan con instalaciones más allá del primer nivel: gimnasio para equinos, con albercas, caminadoras, sauna de calor y frío para los animales, lo último en tecnología médica.
En 15 días, la leonesa aprendió de práctica médica pero también de la cultura árabe: afirma que el estereotipo de que no se valora a las mujeres es falso: ella fue víctima de acoso sexual por parte de un hombre que fue amonestado y amenazado de ser expulsado del país si reincidía en la falta. En México, dice, habría sido culpada de ese acoso, por la ropa que vestía o por el hecho de ser mujer.
Además, comentó que aquí no se valora lo suficiente el trabajo de las doctoras veterinarias, ni siquiera por sus colegas varones.
Por lo que llamó a las mujeres a valorarse a sí mismas, superar sus propios límites. A las veterinarias, les pidió seguir actualizándose, cobrar lo justo por sus servicios y no rendirse cuando son discriminadas.
DAR