León, Guanajuato.- A 11 días de la desaparición del niño Javier Modesto, de tres años, su familia no se rinde; su papá, mamá y cinco hermanos esperan que vuelva pronto a casa. “Javier es el más chiquito, su mamá dice ‘es mi último bebé’”, afirma Mayo Mesa, directora del Centro de Desarrollo Indígena Loyola (CDIL).
Tampoco se rinden ella y las personas voluntarias que participan en la búsqueda de Javier: este domingo, las calles del centro de la ciudad de León fueron estampadas con la ficha de la Alerta Amber, la cual también se repartió “de mano en mano”. En total fueron unos 2 mil 500 volantes.
Veintiséis personas se sumaron a la búsqueda, divididas en tres equipos que recorrieron varias calles, partiendo de la Calzada de los Héroes hacia el Jardín Principal, difundiendo información sobre Javier Modesto, de 3 años, quien desapareció desde el 15 de mayo en unas parcelas en el límite entre León y Romita, mientras su madre cosechaba tomatillo a unos cuantos metros.
La familia es de origen ñuu savi, pueblo conocido como mixteco, y no habla español.
Cerca del mediodía, los equipos se reagruparon en el Palacio Municipal para tomar un respiro ante las fuertes temperaturas, antes de dirigirse al Descargue Estrella para la última etapa de búsqueda este domingo.
Javier desapareció o lo desaparecieron en la zona de la Sandía, del Jagüey. Hay muchas personas que distribuyen productos en estas localidades y se surten aquí, en el centro de León. Si alguien ha visto cualquier cosa, pueden saber que a Javier se le sigue buscando.
“Porque hay rumores, notas que especulan y nosotras hacemos un llamado a la responsabilidad y ética a todas las personas frente al dolor de la familia de Javier, que está muy preocupada de que la gente deje de buscarlo, está muy triste, nos pide que compartamos eso y que no dejemos de buscarlo. La familia ve las noticias y le duele cualquier información no verificada”.
Esto, en referencia al hallazgo del cuerpo de un niño pequeño, encontrado el viernes en la zona donde Javier desapareció, pero del cual no hay confirmación genética mediante prueba de ADN coincidente con la de sus papás, por lo que la familia pide no detener la búsqueda.
Mayo Meza también destacó que la familia del niño ha dejado de trabajar desde el día de la desaparición, por lo que cualquier apoyo es bien recibido. Personal de la Comisión Estatal de Víctimas, la Fiscalía General del Estado y la Célula Municipal de Búsqueda, así como ciudadanos solidarios, les han llevado algunas despensas, que se recolectan en el CDIL y luego se les entregan. Como no tienen cuenta de banco, no puede hacerse una petición de fondos económicos para ella, por lo que la ayuda debe ser en especie.
Apoya intérprete
Por otra parte, Eduarda, una trabajadora social hablante de mixteco, se sumó al equipo de búsqueda como intérprete por encargo de la Secretaría de Gobernación, en colaboración con el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas.
Soy del mismo municipio, aunque no la misma comunidad, que la familia Moreno, de Cochoapa el Grande, en Guerrero, que se encuentra a unas ocho horas en carretera de la ciudad capital, Chilpancingo, aunque la variante de mixteco o Tu’un Savi que hablamos es la misma”.
Llegó ayer sábado de otro estado para apoyar las labores de búsqueda y permanecerá por al menos cinco días.
Eduarda dijo que es la primera vez que participa como intérprete para la búsqueda de una persona desaparecida, en este caso, de un menor de edad, pero que está capacitada para brindar apoyo necesario.
“En Trabajo Social vemos de todo tipo de temas y estamos al pendiente de estar con las familias en diferentes situaciones. El tema de la desaparición de personas sí se ve en nuestra formación”, concluyó.
DAR