León, Guanajuato.- Con una representación teatral de la lucha del bien y del mal, es decir, San Miguel Arcángel contra el demonio en una ceremonia conocida como “encuentro”, fue que un grupo de católicos devotos a San Miguel reafirmaron su fe en el Arco de la Calzada este domingo.
Este enfrentamiento dirigido por el llamado “jefe de los ejércitos de Dios” se realiza junto con un toque masivo de decenas de bandas de guerra, una misa y una peregrinación a la Catedral, una tradición que tiene más de 30 años y que desde hace dos se realiza en la explanada del arco.
El ‘encuentro’ es la lucha del señor San Miguel con el demonio, antes de que inicie la misa. Es una batalla más chica que la que se hace en el santuario de San Felipe, durará unos 20 minutos, allá -en San Felipe- se hace más larga, pero aquí es -más breve- por cuestión del tiempo”, explicó María de la Paz Flores Parra, originaria de la colonia Coecillo y generala del Tercer Batallón.
Detalló que la devoción a San Miguel implica sumarse a grupos separados en jerarquías militares, siendo las divisiones las que agrupan los batallones, cada uno con su banda de guerra, su general o generala y sus estandartes.
En total, en León hay siete Divisiones, la más grande de ellas es la Primera División, con al menos 25 batallones, en la segunda hay unos seis batallones y en el resto, menos. El próximo domingo se reunirían todas las divisiones en el Arco, inclusive de municipios como Silao y Guanajuato capital, por lo que esperaban de 700 a mil personas.
Otro devoto, Jesús Alonso Muñiz, general del cuarto batallón, explicó que él es general del ramo de la pólvora en San Felipe -es decir, el encargado de “tronar” los cohetes en los ‘encuentros’ que se hacen durante la gran peregrinación al santuario de San Miguel Arcángel en el municipio vecino, entre el 28 y 29 de septiembre de cada año, donde participan miles de devotos, sin embargo, en encuentros como el de hoy, no se arroja pólvora.
Ambos generales de la fe católica coincidieron en que buscan inculcar la devoción al arcángel San Miguel haciendo que los miembros jóvenes de sus familias participen, a través de las bandas de guerra o heredando los puestos que los mismos recibieron de sus padres, así como las imágenes religiosas, algunas de gran antigüedad, como la que posee don Jesús, de más de 110 años, una verdadera reliquia.
Ese Sanmiguelito lo traía mi abuelo, luego mi papá y yo, hace 50 años lo agarré. Mi banda de guerra está formada casi toda por mis hijos y nietos”.
Al término del ‘encuentro’ y de la misa, las y los banderos, portadores de los estandartes y sus familias partirían en peregrinación sobre la calle Madero a la Catedral, donde cada batallón presentaría una “marcha” -interpretada por la banda de guerra- ante la imagen de Nuestra Señora de la Luz, para concluir después de las 4 de la tarde.
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