León, Guanajuato.- Rosalba Rincón Gallardo, Salvador Pérez Sandi, Graciela Quiñones Peña y Margarita Cano, tienen algunas cosas en común, son adultos de alrededor de 80 años, viven en la zona del Campestre y fueron de los primeros en acudir a votar.

Rosalba Rincón Gallardo acudió a votar a la casilla de la sección 1703, ubicada en el Colegio Miraflores, acompañada por su hija Virginia Navarro Rincón Gallardo.

Luego de emitir su voto, la señora Rosalba de 83 años, mencionó que ella empezó a votar a los 18 años y en ese tiempo vivía en el Distrito Federal (ahora Ciudad de México), actualmente radica en León, desde hace 45 años.

Cuando yo empecé a votar no había credenciales, nos daban un papel, como un recibo, que tenía todos nuestros datos, la credencial existe desde hace poco más de 30 años”, contó la señora Rosalba.

Recordó que durante muchos años hubo candidato único, no había oposición, era muy raro.

“Cuando empezó a haber oposición fue cuando Manuel Gómez Morín fundó el Partido Acción Nacional”.

Destacó que cuando un partido opositor no reunía determinada cantidad de votos, sus votos pasaban al PRI.

“Creo (que) durante muchos años no hubo cambios, los cambios vinieron cuando Vicente Fox se lanzó como candidato y ganó la presidencia, pero antes de eso ya todos sabíamos que aunque votáramos, iba a ganar el candidato del PRI, porque era el que había nombrado el presidente en funciones”.

Agregó que a ella le gusta participar en la fiesta de la democracia y por ello salió temprano a votar.

 

Seis décadas emitiendo su voto

Graciela Quiñones Peña tiene 79 años, vive en la zona del Campestre y le tocó emitir su voto en la casilla de la sección 1702, ubicada en la Universidad La Salle Bajío, a donde llegó desde temprano para evitar las largas filas y aprovechar que aún no se sentía tanto el calor.

Graciela Quiñones Peña, de 79 años. Foto: Marcela Aguiñaga

“No tengo ni idea de las veces que he ido a votar, sólo sé que lo empecé a hacer desde que cumplí 18 años, que las elecciones se hacían en julio y que cuando llegábamos a votar ya no había boletas, sobre todo cuando se iba a elegir al presidente de la República”, mencionó Graciela.

Agregó que ella vivió muchos años en Mexicali, Baja California, y ahí le tocó usar la credencial de elector con fotografía y le pareció una buena medida porque antes de ella se hacía mucho relajo para votar.

Los cambios que he notado que se han dado durante las elecciones es que ahora la gente ya cree en el voto, acuden más a las casillas y van más convencidas porque ya no es como antes que se robaban las urnas y se hacía mucho desorden”, comentó Graciela Quiñones.

Margarita Cano, quien tiene un problema en la tráquea, se hizo acompañar por Laura Hernández, quien se encargó de transmitirnos lo que la señora expresó.

Mencionó que Margarita ha votado desde que tuvo edad para hacerlo, y aunque en esta ocasión no le gustan los candidatos, como ha ocurrido en otras ocasiones, asistió a ejercer su derecho.

Margarita Cano y Laura Hernández. Foto: Marcela Aguiñaga

Laura, su acompañante, destacó que Margarita se levantó muy temprano para ir a votar porque no quería hacer tanta fila y aunque sí les tocó que hubiera bastante gente formada se le dio prioridad de entrar por lo que votó rápido.

Laura agregó que ella vive en Estados Unidos y le tocó votar hace dos semanas.

En cuanto a cómo veía el ambiente de las elecciones mencionó que lo vió bien organizado.

“Hay mucha fila, pero eso es normal, siempre hay que hacerlas, aquí lo importante es que todo siga pacíficamente como debe de ser”.

Salvador Pérez Sandi tiene 86 años y también empezó a votar a los 18 años, mencionó que para él todos los procesos han sido iguales y no ha notado ningún cambio. 

LCCR

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