León, Guanajuato.- La madrugada del viernes 19 de julio, delincuentes entraron al templo del Buen Pastor, que se localiza en la colonia Kennedy, y perpetraron un robo sacrílego.
“Fueron extraídos del Sagrario, los vasos litúrgicos que contenían las sagradas formas de la Eucaristía, dejando estas regadas en el sitio. Este atroz hecho profanó el recinto más delicado e importante del lugar”, informó la Arquidiócesis de León a través de la circular 14/2014, firmada por el administrador apostólico de la Arquidiócesis de León, Alfonso Cortés Contreras y el secretario canciller, el padre David Alba.
Se precisa en la circular dirigida a los sacerdotes, comunidades de vida consagrada y laicos, que el robo sacrílego se cometió el pasado viernes 19 de julio, en el templo que se localiza la calle Padre Rosendo Zamudio, a no más de 100 metros del bulevar Mariano Escobedo.
Es por ello que el arzobispo emérito de León, Alfonso Cortés, exhorta a los fieles católicos, sacerdotes y comunidades religiosas, “para que, en las parroquias, rectorías, seminarios, o en las casas religiosas, se haga una hora santa de expiación el jueves 25 de julio, a las 7 de la noche.
“Que todos a esa horas estemos reunidos para la adoración delante de este Ministerio: Ministerio grande, Ministerio de misericordia. ¿Qué más podía hacer Jesús por nosotros? Verdaderamente en la Eucaristía nos nuestra su amor que llega hasta el extremo, un amor que no conoce medida”, señala la circular de monseñor Cortés Contreras.
En la misma circular el Arzobispo Emérito recuerda a la grey católica velar por la seguridad de los templos.
“Aprovecho para recordarles la importancia de tener siempre con la más absoluta seguridad nuestros templos, y de manera muy especial es Sagrario, e insistir en el cuidado que se debe tener sobre la llave propia del tabernáculo (lugar de morada, Sagrario)”.
El templo está a cargo del padre Carlos de Jesús Valadez Vargas, quien tiene 79 años, de los cuales 51 los ha consagrado a su vida sacerdotal; fue ordenado en 1973.
El sacerdote dijo que no es la primera vez que entran a robar, que en los últimos cinco años se han metido a hacerlo por lo menos cuatro veces, desde que está él y otras tantas cuando estaban como encargados del templo los sacerdotes Rosendo Zamudio y Eduardo Guzmán Limón.
El templo se localiza en la parte posterior de la escuela primaria federal Medardo González Peña, que colinda con el templo.
Se metieron al templo brincando la barda de la escuela, y forzaron la puerta lateral, rompieron los candados y la chapa corrediza; no causaron destrozos, pero se llevaron el santísimo, un relicario, pese a que son dorados, no son de oro, y no tienen mucho valor comercial, pero sí sagrado; las hostias las dejaron tiradas sobre una mesa”, relató compungido el padre Carlos.
La hostia grande, que va en la custodia, la encontraron unos feligreses en el pasto, mojada pero entera.
El templo cuenta con una barda perimetral, malla ciclónica, concertina con navajas; las puertas reforzadas con protecciones de hierro, cadenas y candados, y aún así se metieron a robar.
El templo colinda con el arroyo El Salto, o Las Mandarinas, donde se ocultan los delincuentes.
La calle del templo está cerrada, con poca iluminación, por lo que las patrullas no entran.
La parte posterior del templo da a la calle Poder Ejecutivo, donde están las oficinas, que es por donde presuntamente entraron a la escuela y luego al templo.
El templo por lo regular siempre está cerrado, sólo lo abren para realizar eventos religiosos sociales como 15 años, presentación al templo, primeras comuniones, entre otros.
AM