León, Guanajuato.- Feligreses católicos ven la llegada de Jaime Calderón al Arzobispado de León como una oportunidad para renovar la fe y la esperanza, para buscar la paz y reparar el tejido social que tanto afecta a la sociedad actual.
Dejando atrás ocupaciones domésticas, familiares y hasta de trabajo, acudieron al Poliforum a la toma de posesión canónica del nuevo Arzobispo de León.
“Necesitamos seguir creciendo en la fe. Hay mucha violencia y la Iglesia aporta mucho para la paz y la estabilidad de toda la gente. Se va un pastor que ha estado mucho tiempo con nosotros (Alfonso Cortés) y tenemos la esperanza de que el que llega también va a aportar mucho”, dijo María Hernández Ramírez.
Es encargada de sectores de la parroquia del Espíritu Santo, en la colonia Industrial en León. A unas cuantas calles, el pasado 9 de junio, se perpetró la masacre de cuatro mujeres, una niña y un niño, minutos después de la visita de agentes de la Guardia Nacional al lugar.
Como María lleva el mensaje de Dios a las calles, ve que es muy necesaria la paz.
Mientras que Francisca Alferez Herrera, ministra extraordinaria de la comunión en esa misma parroquia, acudió a la ceremonia solemne para hacerle sentir su apoyo al nuevo pastor.
“Ahora más que nunca necesitamos estar unidos en oración, por cómo se encuentra el tejido social, yo creo que es importante que como iglesia nos pongamos las pilas y que la esperanza de Monseñor Jaime nos transmita para trabajar más y mejor a favor de todos, porque todos lo necesitamos, los violentados y no violentados”.
Eva Padrón acudió en compañía de su esposo, Roberto Bueno Neave, desde la parroquia del Señor del Perdón, en Ibarrilla. “Yo no sé mucho, pero yo digo que está bien -su llegada-, para ver qué cambios trae”.
Andrés Escalera dijo que acudió en representación del Arquidiocesano de León por la obligación que tienen los católicos de despedir al pastor saliente y darle la bienvenida al nuevo y que esperaba disfrutar del evento.
Su colega, Cecilio Guerrero Ibarra, representaba también a la parroquia de San Bernardo Abad y portaba un pendón, dijo que sentía orgullo de participar, una sensación de ser comunidad.
Felipa Gutiérrez Caballero representó a la parroquia Verbo Encarnado, de la colonia Deportiva II, comentó que trabaja su ministerio como Legionaria de María. “Como católicos tenemos la misión de apoyarlo (al nuevo Arzobispo), los sacerdotes, por portavoz de él, dicen lo que se va a realizar para bien de la humanidad y llevar la palabra de Dios a quien no la conoce”.
En tanto que Ma. Trinidad Domínguez Campos, integrante del Movimiento Mariano Apostólico de Schoenstatt, dijo confiar en que haya más unidad entre las personas aunque sean de diferentes religiones. “Que haya más apertura porque esas divisiones a veces nos traen conflictos, soberbia, todos vamos a un mismo punto, Dios”.
AAK