León, Guanajuato.- La pobreza y la violencia son dos de los más grandes desafíos que enfrenta la sociedad guanajuatense y que merecen especial atención, dijo en conferencia de prensa el arzobispo de León, Jaime Calderón Calderón.

Recorre Arzobispo de León zonas vulnerables

Manifestó que a un mes de haber tomado posesión como el tercer Arzobispo de León, manifestó que han realizado un recorrido por diversas parroquias y comunidades urbanas y rurales de Guanajuato, donde la pobreza y la inseguridad son una preocupación para los habitantes.

Los dos desafíos que he encontrado, por no llamarlos problemas, son la pobreza y la violencia. Tenemos una comunidad muy pujante, bastante fuerte, pero también me preocupa el tema de la pobreza, y habrá que ir viendo desde la Pastoral Social y Cáritas que tiene la propia Iglesia para ir buscando respuestas al problema”, explicó el Pastor de la Diócesis de León.

Destacó que se requiere la sensibilización de todos para poder combatir la pobreza que se acentúa más en la periferia y en las comunidades rurales.

Señala las violencias en León

El otro problema, y no podemos cerrar los ojos ante ello, es el tema de las violencias, así en plural, porque violencia no es lo que hacen nuestros hermanos violentamente con la fuerza física y de las armas; la violencia también se da en el hogar y contra las mujeres”, subrayó.

El Arzobispo precisó que en el tiempo de la pandemia “afloró la violencia doméstica hacia las mujeres y la Iglesia debe ir tomando conciencia que en el hogar comienza la violencia, la violencia que se ha desatado en la sociedad y esta comienza en la familia”.

El Monseñor Calderón Calderón dijo que en los problemas sociales deben participar todas las personas que forman parte de la Iglesia, no solo los obispos y sacerdotes.

Adelanta renovación del Plan Diocesano

También destacó que para combatir estos flagelos de la pobreza y de las violencia, se tendrá que hacer la renovación de un Plan Diocesano.

“En estos pocos primeros días que tengo como Arzobispo aún no tengo compresión de todos los problemas que afronta la sociedad, todavía no, pero lo que sí ya tengo claro es que lo que va moviendo la vida de una diócesis es un Plan Diocesano, que tiene caducidad, y el nuestro se terminó en el 2021”,acotó el Prelado.

Agregó que acordaron con con la Vicaría de lo Pastoral y con el Presbiterio que esa es la prioridad ahorita: “todos tenemos que ir aplicando en la evaluación, renovación, y actualización de un plan diocesano, que este implica a todos quienes formamos parte de la Iglesia”, acotó el Prelado.

Apunta también a los gobernantes

También mandó un mensaje para los gobernantes que tomarán posesión, recordándoles que la política está para hacer el bien común.

Deben de hacer lo que tienen que hacer, cuidar, vigilar y promover el bien común. Los votantes deben exigir cuentas, y tienen derecho”,  añadió el Arzobispo.

“Tengo un mes en León y lo que he ido encontrando es gente atenta y de respeto; una vida cristiana muy cercana. Hay mucha disposición para que juntos encontremos caminos para resolver los problemas que nos aquejan, pues yo no soy un iluminado que voy a decir cómo hay que hacer las cosas. Les ofrezco mi vida para mejorar lo que podamos”, añadió.

JRL

 

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