Sofía es una mujer lleva 11 años de casada, pero desde novios se dio cuenta que algo extraño le pasaba al besar a su marido.
“Yo inmediatamente pasaba a lavarme el rostro y a ponerme alguna crema para que se me quitara la alergia que me producía su barba”
Pero no sólo a su barba. Sofía notó que la alergia que le provocaba su esposo iba más allá, ya que incluso cuando tenían relaciones sexuales, sufría de ardor, picazón y enrojecimiento en sus partes íntimas.
Un médico les recomendó usar condones para impedir los síntomas, pero esto sólo empeoró la situación: Sofía resultó ser alérgica también al látex.
Extraña alergia
Aunque la alergia a los fluidos no es común, expertos coinciden en que podría tener relación con la alergia a los perros, ya que las proteínas implicadas en ambas alergias son muy similares y el cuerpo puede confundirlas.
Sofía aprendió que el bañarse después de tener relaciones con su esposo ayudaba a reducir el ardor, y con el tiempo los síntomas han ido disminuyendo, aunque la barba de él sigue enrojeciendo su cara cada vez que la besa.
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