Según Moisés Heiblum, investigador en la UNAM, las personas que gastan más en sus mascotas, les compran ropa, les crean cuentas en redes sociales y demás, podrían tener algún trastorno psicológico.
El problema radica en que los dueños de las mascotas puedan tener grandes expectativas de sus mascotas, lo que a la larga les podría provocar una gran decepción.
Por otro lado, también afecta a los animales ya que les causan dependencia, ansiedad y pánico.
Moisés, recomienda no ‘convertir’ a las mascotas en el protagonista de eventos como bodas o cumpleaños ya que eso también les desarrolla algún trastorno.