Casey se disponía a descansar un día antes de su boda cuando recibió una serie de capturas de pantalla y selfies con un mensaje que decía: “No me casaría con él. ¿Lo harías?”.
“Las capturas de pantalla fueron de conversaciones entre mi futuro marido y otra mujer. Un montón de ellas, incluidas selfies. Era lo contrario a mí. Soy rubia y bella, y esta mujer desconocida tenía el pelo oscuro y piel oliva. La serie de textos tenían fecha de meses antes, hasta días antes de la boda. Mi cerebro simplemente no podía entender qué estaba pasando WTF. No se cuestionó la legitimidad de estos mensajes. Lo supe”.
Así que la joven decidió hacer algo que nadie pudiera imaginar, espero al ‘gran día’ y en medio de la ceremonia, en el altar, expuso sus mensajes de infidelidad ante familiares y amigos presentes.
“Leí todos los mensajes que me mandaron. Con cada palabra, más vergüenza le daba a Alex. Dejé que nuestras miradas se encontraran, y no me dijo nada. Salió de la iglesia junto a su best man, quien iba detrás de él. Su familia tenía una mirada horrorizada”.
Casey no fue tras él, simplemente aprovechó lo que restaba de la boda y la disfrutó.
Ante la confusión entre los invitados, la chica dijo que les agradecía su presencia y que los amaba a todos por estar ahí, además de una frase que seguramente quedó marcada en todos los presentes.
“Hoy no habrá una boda, pero en cambio, habrá una celebración de honestidad, de encontrar el amor verdadero y de seguir tu corazón, incluso cuando te duela”.
Información de ELLE.