África.- Planchado de senos, así como suena. Ese es el nombre dado a la práctica de pasar un objeto caliente sobre los pechos de una menor con la intención de retrasar el crecimiento de los senos para que no le resulte atractiva a los hombres.
De acuerdo con información del portal de noticias BBC, es una práctica originaria de África Occidental, pero la misma se ha extendido a algunos países europeos de la mano de algunas familias llegadas de esa zona.
Tanto que el Sindicato Nacional de Educadores de Reino Unido está pidiendo que clases de concientización sobre el tema sean incluidas en el currículo con el objetivo de proteger a las niñas del abuso.
El planchado de senos puede durar meses
Nunca te acostumbras a ese dolor por más que lo hagan, no nos permitían llorar, si lo hacías, entonces te decían que ibas a traer la vergüenza a tu familia. Que no eras una mujer fuerte”.
Kinaya es una mujer adulta, que ha formado una familia y tiene dos hijas, cuando una de ellas cumplió 10 años, su madre (la abuela de la niña) propuso aplicar el planchado de senos a la nieta.
De inmediato dije que no, que ninguna de mis hijas iba a pasar por eso. Yo todavía estoy viviendo el trauma de aquella vez”.
Kinaya tomó una decisión drástica: se mudó lejos de su familia porque existía el riesgo de que la abuela, sin el consentimiento de la madre, le aplicara el planchado de senos a sus nietas.
Poco se sabe sobre el tema
Pero mientras la preocupación y la prevención sobre la mutilación genital femenina ha crecido en los últimos años, se cree que pocas personas saben sobre el aplanamiento de los senos.
En Camerún, una de cada 10 mujeres ha padecido el planchado de senos.
Una mujer le relató que ella solo cayó en la cuenta que el planchado de senos no era algo normal cuando descubrió que su cuerpo lucía diferente a sus compañeras de clase en el colegio.
Otra mujer que se hizo llamar Simone contó que ella sufrió del planchado de senos cuando su madre se enteró que ella era lesbiana.
De acuerdo a ella, yo era atractiva por mis senos, así que si ella podía plancharlos y quedaba plana, entonces tal vez sería fea y nadie me iba a admirar”.
Como muchas jóvenes, ella tuvo que vestir una tira pegada al pecho para aplanar aún más los senos. Esto le dificultaba la respiración.
Unos años después, cuando tuvo su primer bebé (producto de un matrimonio forzado) comenzó a vivir las consecuencias del procedimiento.
Cuando quería alimentar a mi bebé era muy difícil, era como tener un nudo ahí, creo que los nervios de los senos estaban destruidos”.
Crimen oculto
En principio no existe una norma específica que prohíba o que castigue el aplanamiento, pero tanto como en la Unión Europea o en Reino Unido, esta práctica es considerada una forma de abuso infantil y puede ser tratada como un crimen.
Para ella este es un “crimen oculto”, donde las mujeres temen hablar para evitar ser expulsadas de sus comunidades.
Sé que esto ocurre porque muchas personas me lo han contado. Y las mujeres que me confiesan esto dicen que no solo es la primera vez que lo cuentan, sino también que se sienten avergonzadas”.
Simone todavía tiene las cicatrices que le produjo el aplanamiento de sus senos y lo que desea ahora es que las mujeres sepan que eso es un abuso.
Para decir lo menos, esto es un abuso. Duele y te deshumaniza totalmente, te sientes que no eres un ser humano”.