Estados Unidos.- Este jueves, Nina Martínez salió del hospital Johns Hopkins con un solo riñón, debido a que su otro riñon lo donó a un paciente anónimo que al igual que ella, padecen de VIH positivo.
De acuerdo con información al portal de noticias BBC, la joven estadounidense de 36 años, que vive con VIH desde las seis semanas de nacida, se convirtió en la primera paciente viva con esta condición en donar uno de sus órganos vitales.
Es emocionante ver que alguien con esta enfermedad (que hace 30 años era una sentencia de muerte) es capaz de darle vida a otra persona”, contó el doctor Dorry Segev en una entrevista telefónica.
El doctor Segev es el experto en cirugía de trasplantes que estuvo a cargo de este procedimiento sin precedentes.
Esto demuestra cuánto hemos avanzado en el tratamiento del VIH.”, agregó.
Hasta el 2013, era ilegal en Estados Unidos que una persona con esta condición donara alguno de sus órganos, incluso si ya había fallecido.
Durante mucho tiempo, el doctor Segev fue testigo de la muerte de varios pacientes con VIH positivo que esperaban un trasplante y mientras tanto, los hospitales se veían obligados a desechar esos mismos órganos necesitados por ellos.
Luego de una gran investigación científica y una batalla legal para revertir una situación que Segev consideraba injusta, el doctor logró que el Congreso aprobara la Ley de Equidad en la Política de Órganos y VIH, conocida como HOPE, firmada por el expresidente Barack Obama.
Desde entonces, una gran cantidad de pacientes han recibido órganos, aunque exclusivamente de donantes fallecidos.
Fue infectada de VIH debido a una transfusión
A través de un artículo que escribió hace poco para la plataforma Positive Aware, Nina Martínez afirmó que solo desde 2018 más de 80 pacientes con VIH han podido recibir donaciones de órganoz de otros fallecidos con la misma condición.
El próximo hito en el trasplante de VIH a VIH es demostrar la seguridad de la donación en vida, ahora que sabemos que los riñones VIH positivos del donante fallecido son seguros para las personas que viven con la enfermedad.” escribió dentro del artículo.
Debido a unas ocmplicaciones de salud, Nina tuvo que recibir una transfusión de sangre a un mes y medio de haber nacido. En 1991, con ocho años de edad, sus padres descubrieron que durante aquella transfusión, Nina había sido contagiada de VIH.
Aproximadamente más de 20 años después, su deseo de convertirse en la primera donante viva con la enfermedad llegó cuando una persona cercana a ella, supo que necesitaría un riñón producto de una falla renal.
Fue ahí cuando descubrió que el hospital Johns Hopkins de Baltimore, Maryland, se había convertido en el primer centro de trasplantes aprobado para evaluar posibles donantes vivos de riñón con VIH.
Decidí someterme a una evaluación de donantes. No tenía dudas de que quería hacerlo”, detalló Nina Martínez en su artículo.
El lunes pasado se llevó a cabo la operación con completo éxito y el personal del centro médico confirmó a BBC Mundo que ambos pacientes se encuentran en un buen estado de salud.
Su vida con VIH
Nina ha pasado años ejerciendo un fuerte activismo para tratar de demostrar que incluso cuando un paciente con VIH es capaz de mantenerse saludable bajo la medicación adecuada, en muchas ocasiones termina teniendo complicaciones ajenas al virus que por mucho tiempo no pudieron solucionarse con un trasplante proveniente de alguien en sus mismas condiciones.
En sus redes sociales se muestra activa y pertenece a organizaciones que abogan por los derechos de las personas que viven con la enfermedad en Estados Unidos, donde asegura que aún existen estigmas hacia estos pacientes, de los cuales hay al menos 1,2 millones en el país, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Nina Martínez era una persona particularmente saludable para convertirse en donante. Corre maratones y está increíblemente en forma. Ella es la imagen de lo que significa vivir con VIH en 2019″.”, indicó el doctor Sergev.
El paciente que recibió el riñón, se encuentra en recuperación y en espera de que el riñón comience a realizar sus funciones renales.