Estados Unidos.- Cuando Evan cumplió 4 años, le pidió a su mamá que quería vestirse de la princesa Blancanieves y a pesar de que ella le preguntó si estaba seguro, él ya había tomado la decisión. Así que le cumplió el sueño de viajar a Disneyland vestido de la princesa más famoso en el mundo.
El niño, residente de California, es autista y sufre de microcefalia, un crecimiento poco común en cabeza y cerebro, producto de las drogas que consumía su madre biológica durante el embarazo. Sin embargo, ahora Eeka Rocha McLeod lo lleva cada fin de semana al parque de diversiones en compañía de sus hermanos.
Sus experiencias en Disneyland han quedado registradas en fotos que la madre adoptiva comparte en su cuenta de Instagram, donde ya cuenta con más de 13 mil seguidores que aplauden y admiran a Evan. Sobre todo porque en cada visita se disfraza de una nueva princesa.
Al inicio pensé que estaba confundido. Le enseñé el disfraz de caballero, pero él estaba seguro de que quería ser Blancanieves”, dijo Eeka Rocha McLeod, madre adoptiva de Evan.
Y de vez en cuando, el niño elige el atuendo de una villana que no le sale tanto, pues aún con el traje puesto no deja de ser amable y cariñoso con el personal de Disneyland, que ya lo tratan como a uno de ellos.
Pero no todo es miel sobre hojuelas, de vez en cuando la familia se tropieza con usuarios que rechazan a Evan y se burlan de él cuando lo miran disfrazado.
Otros niños y sus propios padres han tratado de hacerlo sentir mal, pero la madre ha decidido que continuará llevándolo a Disneyland, donde él es quien quiere ser.
Quiero que Evan y todos mis hijos sepan que son amados y aceptados por lo que son y lo que siempre van a ser. Como madre, yo elijo fomentar la confianza y la amabilidad porque eso es lo que hace la diferencia en las vidas y los corazones”, finalizó Eeka Rocha McLeod, la madre adoptiva.