Buenos Aires, Argentina.- Jonathan Arguello realizó un sinfín de asaltos durante su adolescencia, primero por adrenalina y luego por necesidad, dice; fue a dar varias veces a la cárcel. Ahora estudia una carrera universitaria y le da clases a presos.
Su carrera delictiva comenzó a los 13 años, cuando compró clandestinamente un revolver para realizar una asalto a casa habitación en una zona lujosa de Buenos Aires, Argentina. Desde entonces, llevó a cabo múltiples robos, sin importar que también cayera varias veces en la comisaría, bastaba un soborno para salir a hacer de las suyas.
A los 18 años fue buscado con rigor por las autoridades, ya que asaltó a un empresario.
Al principio yo salía a robar por la adrenalina, por un impulso propio de la cultura delictiva. Pero después, con la crisis de 2001, los delitos se transformaron en una herramienta de supervivencia, robaba para poder comer”, relató el propio Jonathan a La Nación.
Hoy Jonathan estudia sociología en la Universidad Nacional de San Martín, ya aprobó 29 materias, será el primero en su familia en tener un título de licenciatura.
Durante su tiempo en prisión, Jonathan vio mucho sufrimiento y muerte. Por suerte, el está casi ileso, pese a que recibió varias puñaladas. Jonathan Arguello se regeneró y asegura que nunca volverá a delinquir.