Bélgica.- Maëlle Hennuy, una chica de 17 años, falleció debido al shock tóxico que le provocó un tampón, aunque tal vez se hubiera salvado si los doctores la hubieran diagnosticado correctamente desde un principio.

De acuerdo al reporte del diario La República de Perú, los hechos ocurrieron en la localidad de Charleroi el pasado nueve de enero, aunque se desarrollaron durante toda la semana anterior.

Según el reporte, la joven se comenzó a sentir mal, y presentaba síntomas como nauseas, fiebre y vómitos, por lo que buscó atención médica y le diagnosticaron un cuadro de gastroenteritis, le dieron medicamento y la mandaron a casa.

Sin embargo, su situación no mejoró, y más bien empeoró cuando comenzó a tener problemas en la vista. Por ello, tanto sus padres como ella decidieron buscar una segunda opinión, y en un hospital les dijeron que la chica se había intoxicado por el mal uso de un tampón. Finalmente, Maëlle falleció.

Su madre, Laurence Hennuy, decidió hacer pública su historia a través de Facebook en un intento de prevenir acerca de las consecuencias del mal uso de un artículo tan cotidiano como un tampón, además de que aprovechó para depedirse de su hija.

Mi ángel, mi orgullo se ha ido a las estrellas. Tú que soñaste con viajar por el mundo, emprendes el viaje más largo”, escribió.

Expertos señalan que el uso de los tampones, si bien es completamente seguro, sí necesita el tratamiento adecuado, y debe ser cambiado regularmente en un periodo de entre cuatro y seis horas, sin importar si se siente lleno o no.

De lo contrario, la sangre acumulada se convierte en un foco de infección que puede provocar descenso, mal olor y consecuencias más graves que pueden derivar en la muerte si se produce un shock tóxico.

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