Argentina.- Cuando Luis Spahn salió ese día de su casa para ir a trabajar, no se imaginó que se volvería una noticia viral por devolver más de 600 mil pesos que había encontrado en la calle y la peculiar recompensa que recibió a cambio: una pala.

El caso ocurrió en Rafaela, Argentina, donde Luis Spahn encontró un fajo de papeles que le llamaron la atención mientras iba a trabajar. Al revisarlos, descubrió que se trataba de varios cheques endosados con valor de 2 millones de pesos argentinos (622 mil 500 pesos mexicanos aproximadamente), reportó el portal Rafaela Noticias.

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De inmediato, Luis decidió llevar los cheques a Esperanza, para averiguar a qué empresa pertenecían y poder devolverlos.

No le di mucha importancia en realidad”, dijo a Vía Rafaela. Y agregó “Ni se me pasó por la cabeza hacer otra cosa. Me hace sentir bien conmigo mismo”, comentó.

Resultó que los cheques pertenecían a una empresa dedicada a la fabricación de herramientas y al devolverlos fue cuando la historia se volvió viral, reporta Diario La Opinión.

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Lo recompensan con una pala, pero…

El hombre contó a medios locales que se comunicó con la empresa y les dijo que había encontrado los cheques endosados a nombre de una mujer, quien resultó ser la encargada de compras de la empresa.

Al llegar y devolverlos, le ofrecieron recompensarlo de alguna manera. Y dado que se dedicaban a la fabricación de herramientas, uno de los ayudantes fue a traerle una pala como recompensa.

Le ordenó a un muchacho ir a buscar una herramienta y trajo una pala. Estuve a punto de salir corriendo (risas), porque pensé en mi departamento, donde no tengo patio. También imaginé que si la dejaba o no la aceptaba me iban a tratar de vago, así que la agarré”, contó.

Aunque Luis considera que su verdadera recompensa podría ser la popularidad que la historia le ha dado en redes sociales, pues es una muestra de su honestidad y puede que le consiga más trabajo como contratista.

Un caso similar fue el de Howard Kirby, quien compró un sillón de segunda mano y encontró en uno de los cojines 43 mil dólares, aunque decidió devolverlos a donde había comprado el sillón.