Argentina.- El 24 de diciembre del año pasado, una pareja llevó a su bebé al hospital al notar que una de sus piernas sangraba y tenía una extraña inflamación; los médicos les dijeron que probablemente era porque un perro lo había mordido, pero casi un mes después, descubrieron que en realidad tenía una bala en su cuerpo.

De acuerdo con Vía Buenos Aires, los hechos ocurrieron en la comunidad de La Tlabada, en Buenos Aires, Argentina, donde una pareja llevó a su hijo al hospital Bellestrini al notar que había empezado a sangrar durante una reunión familiar por Nochebuena.

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Tras revisarlo, los médicos le dijeron a los padres que el niño había sido mordido por un perro y suturaron la herida que tenía en la pierna.

Sin embargo, contó el papá a Crónica, la herida no sólo no sanaba, sino que cada vez se veía más inflamada.

Fue por ello que volvieron a llevar al bebé al hospital donde, a pesar de que le hicieron una radiografía, llegaron a la conclusión de que simplemente la herida se había infectado y por eso le había salido un absceso.

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Padres hicieron un escalofriante hallazgo en la casa

Medios locales reportan que el jueves pasado, a casi un mes de que el bebé hubiera ido al hospital la primera vez, su cuerpo expulsó por sí mismo una bala que había tenido incrustada en la pierna todo este tiempo.

“Sentimos un ruido y vimos la bala en el piso”, contó el padre, mientras mostraba fotografías de la bala que decidieron conservar como evidencia.

El menor se encuentra fuera de peligro, pero aún así la familia denunció al hospital, por lo que ya se inició una investigación judicial.