Corea del Norte.- Corea del Norte disparó un misil balístico y cientos de proyectiles de artillería hacia sus aguas orientales el viernes y envió aviones de combate cerca de la tensa frontera con Corea del Sur, avivando la animosidad generada por sus recientes pruebas armamentísticas.
La iniciativa de Pyongyang sugiere que está recurriendo a su antigua jugada de elevar el temor a una guerra con provocadoras pruebas de armas antes de tratar de lograr concesiones de sus rivales.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur dijo en un comunicado que el misil de corto alcance partió desde la región de la capital norcoreana a las 01:49 de la madrugada del viernes (1649 GMT del jueves) y voló hacia sus aguas orientales.
Fue el 15to lanzamiento de un misil norcoreano desde que la hermética nación reanudó sus tests el 25 de septiembre. Pyongyang dijo el lunes que sus últimas pruebas fueron simulaciones de ataques nucleares contra objetivos del Sur y Estados Unidos en respuesta a sus “peligrosas” maniobras militares, en las que participa un portaaviones estadounidense.
Poco después del ensayo, Norcorea disparó 130 proyectiles de artillería desde su costa oeste y otras 40 desde la oriental, que cayeron en las zonas marítimas neutrales concertadas por ambas naciones en un acuerdo intercoreano de 2018 para reducir las tensiones, indicó el ejército surcoreano.
El viernes por la tarde, el ejército de Seúl dijo que su vecino del norte disparó 80 proyectiles más frente a su costa oriental. Además, apuntó que detectó indicios de unos 200 más en la otra costa de la península, en base al ruido y las salpicaduras que causaron. En ambos lados, los proyectiles norcoreanos habrían caído en las zonas neutrales, de acuerdo con el Estado Mayor Conjunto surcoreano.
Los observadores señalaron que esta fue la tercera y más directa violación del pacto de 2018 que zonas marítimas y aéreas neutrales a lo largo de sus fronteras para evitar enfrentamientos accidentales. El Ministerio de Defensa surcoreano dijo antes en el día que envió un mensaje a su rival requiriendo que no incumpla de nuevo el acuerdo.
Por otra parte, Norcorea envió aviones de combate, presuntamente 10, cerca de su frontera sur entre el jueves en la noche y el viernes por la mañana, lo que llevó a Seúl a movilizar a su aviación. No se reportaron incidentes. Esta sería la primera vez que los aviones de Pyongyang se acercan tanto al Sur desde desde 2017.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, indicó que las provocaciones norcoreanas se están volviendo “indiscriminadas”, pero apuntó que su país tiene una enorme capacidad de represalias, que puede disuadir, hasta cierto punto, a Pyongyang de llevar a cabo un ataque real.
“La decisión de atacar no puede tomarse sin la voluntad de arriesgarse un resultado brutal”, dijo Yoon a reporteros. “La estrategia de castigo y represalia masiva, que es el último paso de nuestra estrategia de tres ejes, sería una considerable disuasión psicológica y social (para el Norte)”.
El Ministerio de Exteriores surcoreano sancionó el viernes a 15 individuos y 16 organizaciones norcoreanas por su presunta implicación en actividades ilícitas para financiar el programa de armas nucleares y de misiles de la nación. Fueron las primeras sanciones unilaterales de Seúl a Pyongyang en cinco años.
El ministro de Defensa de Japón, Yasukazu Hamada, dijo a reporteros que respaldaba la medida del Sur.
Según las valoraciones surcoreana y japonesa, el misil recorrió entre 650 y 700 kilómetros (403-434 millas) y alcanzó una altitud máxima de 50 kilómetros (30 millas) antes de caer en aguas entre la península coreana y Japón.
HLL