El descontento laboral se ha extendido tanto al sector público como al privado, ya que los empleados reclaman aumentos salariales para hacer frente a una inflación

Londres.- El gobierno británico amenazó el miércoles con tomar medidas “duras” para frenar las huelgas, después de que los funcionarios de pasaportes en los aeropuertos fueran los últimos trabajadores del sector público en anunciar paros en diciembre.

El Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales anunció que sus afiliados en los aeropuertos de Gatwick, Heathrow, Manchester, Birmingham y Cardiff harían huelga durante ocho días, entre el 23 y el 31 de diciembre, una de las épocas del año con más viajes internacionales.

El descontento laboral se ha extendido tanto al sector público como al privado, ya que los empleados reclaman aumentos salariales para hacer frente a una inflación que ha alcanzado el 11,1%, impulsada por la subida de los precios de la energía y los alimentos.

El personal ferroviario y los trabajadores de correos están haciendo paros de 24 o 48 horas. Las enfermeras irán a la huelga el 15 de diciembre. El personal de ambulancias y los despachadores tienen previsto cesar labores el 21 y el 28 de diciembre.

El gobierno señaló que los trabajadores del sector público merecen aumentos, pero que los incrementos de dos dígitos son inasequibles.

Desde 2019, el gobierno ha prometido aprobar una legislación que obligue a las compañías ferroviarias a mantener niveles mínimos de servicio durante las huelgas, aunque el proyecto está estancado en el Parlamento.

El primer ministro, Rishi Sunak, dijo el miércoles que estaba considerando “nuevas leyes duras”.

“Si los líderes sindicales siguen sin razonar, entonces es mi deber tomar medidas para proteger las vidas y el sustento de los ciudadanos británicos”, dijo Sunak en la Cámara de los Comunes.

El portavoz del primer ministro, Max Blain, dijo que los funcionarios del están discutiendo nuevos poderes, pero no dijo cuáles.

Frances O’Grady, líder de la confederación sindical Trades Union Congress, declaró que “a los trabajadores del sector público les encantaría poder ofrecer unos niveles mínimos de servicio. Pero 12 años de recortes y mala gestión del Partido Conservador han dejado nuestros servicios públicos cayéndose a pedazos”.

“En lugar de intentar golpes de efecto políticos baratos, el gobierno debería sentarse a la mesa y negociar con los sindicatos sobre los salarios”, afirmó.

JFF 

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