El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy hizo un apasionado argumento de que dicha ayuda podría presionar a Rusia para que busque la paz

París.- Decenas de países y organizaciones internacionales se comprometieron el martes a dar más de 1.000 millones de euros en ayuda y a impulsar un nuevo esfuerzo para mantener a los ucranianos con electricidad, alimentos y calefacción a medida que se acerca el invierno.

Una conferencia internacional de donantes celebrada en París rápidamente produjo importantes promesas de apoyo financiero y en especie, en lo que representa una respuesta desafiante a los ataques aéreos rusos contra infraestructura vital que han sumido a millones de civiles ucranianos a un frío y oscuridad cada vez peor.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy hizo un apasionado argumento de que dicha ayuda podría presionar a Rusia para que busque la paz, y los donantes presentes en la conferencia condenaron enérgicamente el ataque del Kremlin contra las centrales eléctricas, instalaciones de agua y otros servicios básicos en Ucrania.

El mandatario francés Emmanuel Macron, el anfitrión de la conferencia, aseveró que los ataque constituían crímenes de guerra, afirmando que Moscú había reanudado los ataques contra infraestructura civil debido a que sus soldados sufrieron retrocesos en los campos de batalla y la “debilidad militar” de Rusia “ha quedado expuesta ante todos”.

Rusia “ha elegido una estrategia cínica, dirigida a destruir infraestructura civil para poner a Ucrania de rodillas”, señaló Macron. “El objetivo es claro: Responder a derrotas militares propagando el terror entre civiles, tratando de romperle la espalda porque no puede mantener el frente”.

Conforme descienden las temperaturas y cae la nieve, las necesidades de Ucrania son enormes y apremiantes. Desde que Rusia empezó a azotar la red eléctrica ucraniana y otra infraestructura importante a principios de octubre, oleadas sucesivas de misiles de crucero y drones con explosivos han destruido cerca de la mitad de la infraestructura energética de Ucrania, de acuerdo con el gobierno de Kiev.

El primer ministro ucraniano ha señalado que Rusia está tratando de presionar a Europa creando un éxodo masivo de refugiados ucranianos como el que hubo al inicio de la guerra. Rusia señaló que el objetivo de destruir la infraestructura es para debilitar la capacidad de Ucrania para defenderse e irrumpir el flujo de armas de países de Occidente a la nación que atacó en febrero.

La invasión a gran escala ha dejado a decenas de miles de personas muertas o heridas y ha obligado a un estimado de 6,5 millones de ucranianos a abandonar sus hogares.

Zelenskyy, que habló ante los presentes de la conferencia a través de videollamada, dijo que unos 12 millones de ucranianos, aproximadamente una cuarta parte de la población del país antes de la invasión, están viviendo con apagones.

El presidente ucraniano alegó que un esfuerzo internacional coordinado para ayudar a que los sistemas de servicios públicos de Ucrania estén funcionando ayudaría a disuadir a Moscú de perpetrar más ataques y posiblemente lo obligaría a acudir a la mesa de negociaciones, así como evitaría que más ucranianos huyan de la nación.

Por su parte, el Kremlin no mostró señales de retroceder. El portavoz Dmitry Peskov rechazó el martes un llamado que Zelenskyy hizo en la víspera para que Rusia empezara una retirada de Ucrania en la Navidad, señalando que “no puede haber ninguna plática sobre ello” hasta que el gobierno en Kiev reconozca las afirmaciones territoriales del Kremlin.

“Sin tomar en cuenta esos hechos, cualquier avance es imposible”, comentó Peskov.

Zelenskyy dijo que Ucrania necesita generadores eléctricos urgentemente, así como vehículos blindados y chalecos antibalas para sus soldados.

Los donantes ofrecieron una variedad de ayuda, desde focos, generadores y transformadores de energía hasta asistencia con alimentos, agua, atención médica, transporte y con las labores de reconstrucción. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia anunció un compromiso por 1.005 millones de euros, el equivalente a 1.100 millones de dólares, en ayuda financiera y en especie, que se tiene previsto llegue a Ucrania durante los meses más duros del invierno.

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Varenytsia informó en Kiev, Ucrania, y Leicester en Le Pecq, Francia. Los periodistas de The Associated Press Jamey Keaten en Kiev, Yuras Karmanau en Tallin, Estonia, Joanna Kozlowska en Londres, Hanna Arhirova en Kiev y Lolita Baldor en Washington contribuyeron a este despacho.

JFF

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