Bruselas.- Bélgica ha exhortado a sus ciudadanos en Irán a que salgan del país ante el riesgo de detención arbitraria o juicio injusto, al trascender que un trabajador humanitario fue condenado a 28 años de prisión la semana pasada.
Irán se ha visto remecido por las protestas desde la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, el 16 de septiembre, tras ser detenida por la policía de la moral. Las protestas se han convertido en uno de los retos más graves a la teocracia instaurada por la Revolución Islámica de 1979.
Las fuerzas de seguridad han reprimido violentamente las protestas, matado a más de 500 manifestantes y arrestado a unos 18.000, de acuerdo con Activistas por los Derechos Humanos en Irán, un grupo que vigila de cerca las protestas. También han muerto más de 60 efectivos de las fuerzas de seguridad, según el grupo.
Durante el fin de semana, una de las actrices más célebres del país fue arrestada y acusada de difundir mentiras sobre las protestas. Otras celebridades arrestadas incluyen futbolistas, actores e influencers.
La cancillería belga dijo en un comunicado el domingo que “en caso de un arresto o detención, no están garantizados los derechos fundamentales ni la seguridad de los individuos”.
Dijo que la ayuda que puede brindar la embajada belga en Teherán en caso de un arresto “es muy limitada”. La gente que tiene dos pasaportes no puede recibir visitas consulares porque Irán no reconoce la doble nacionalidad.
Irán ha detenido a varias personas con doble nacionalidad, a las que acusa de espionaje o de atentar contra la seguridad nacional. Los detractores dicen que Irán usa esos detenidos para obtener concesiones de la comunidad internacional, pero el gobierno lo niega.
Entre los europeos detenidos en los últimos meses hay un turista sueco y un científico polaco. Dos ciudadanos franceses arrestados en junio están acusados de reunirse con docentes que manifestaban y participar en un acto contra el gobierno.
JFF