Alrededor de algunos de sus apreciados transformadores —los que aún funcionan, zumbando debido a la alta tensión—, los trabajadores de una central eléctrica han construido escudos protectores utilizando bloques gigantes de hormigón, de manera que tengan más posibilidades de sobrevivir al próximo ataque con misiles rusos.
La AP no identifica la planta ni da su ubicación porque las autoridades ucranianas afirman que tales detalles podrían ayudar a los militares rusos. El director de la planta y sus trabajadores también se negaron a ser identificados con sus nombres completos, por la misma razón.
El director de la planta deja en claro que no es solo un problema de infraestructura, sino también de seguridad. Los trabajadores están constantemente preocupados por su seguridad mientras realizan su trabajo, y el hecho de que la central sea un objetivo militar no ayuda a mejorar esta situación.
Sin embargo, a pesar de los riesgos, los trabajadores siguen luchando para mantener la electricidad fluyendo. Saben que, en una guerra, la electricidad es vital, no solo para iluminar y calentar las casas, sino también para mantener las comunicaciones y las operaciones militares funcionando.
Además, esta lucha tiene un significado más profundo. La central eléctrica se ha convertido en algo más que un lugar de trabajo para ellos. Ha sido su hogar durante décadas, y algo a lo que han llegado a amar y cuidar con dedicación.
En una entrevista con la AP, uno de los trabajadores comenta: “La estación es como un organismo y cada órgano tiene algún significado, pero ya hay demasiados órganos dañados”. Esto ilustra el apego que tienen a su trabajo y a la planta, y su determinación de mantenerla en marcha a pesar de las dificultades.
La lucha de los trabajadores de la central eléctrica es solo un ejemplo más de la resiliencia y el valor de los ucranianos, quienes están luchando contra una invasión y una guerra que no han sido provocadas por ellos. A medida que el invierno se acerca, estos trabajadores siguen laborando incansablemente para asegurar que los ciudadanos ucranianos tengan acceso a la electricidad, a pesar de las adversidades.
En resumen, la historia de estos trabajadores es un recordatorio de que, a pesar de las dificultades y los riesgos, la determinación y el espíritu humano pueden vencer incluso en las condiciones más adversas.
HEP
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