El gobierno dice que la reforma es necesaria para mantener solvente el sistema de pensiones, ya que la esperanza de vida de Francia ha aumentado y las tasas de natalidad han disminuido

París.- El primer ministro de Francia insistió el domingo en que el plan del gobierno de elevar la edad de jubilación de 62 a 64 años “ya no es negociable”, lo que enfureció aún más a los opositores parlamentarios y sindicatos que planean nuevas protestas masivas y huelgas disruptivas esta semana.

Elevar la edad de jubilación es una parte de un amplio proyecto de ley que es la medida insignia del segundo mandato del presidente Emmanuel Macron. El proyecto de ley está encontrando una resistencia popular generalizada (más de 1 millón de personas marcharon en su contra a principios de este mes) y malentendidos sobre lo que significará para los trabajadores franceses de hoy.

En una entrevista con la transmisión de radio France-Info el domingo, la primera ministra Elisabeth Borne dijo que la edad “ya no es negociable”.

Jubilarse a los 64 años y ampliar el número de años necesarios para obtener una pensión completa “es el compromiso que propusimos después de haber escuchado a las organizaciones patronales y sindicales”, dijo.

Una petición en línea dirigida por un sindicato contra el plan de jubilación vio un aumento en las nuevas firmas después de los comentarios de Borne. Los ocho principales sindicatos de Francia están en conversaciones el domingo sobre una respuesta conjunta a sus comentarios, según funcionarios de los sindicatos FO y CFDT.

Llaman a tomar las calles

El legislador Manuel Bompard, cuyo partido France Unbowed lidera el impulso parlamentario contra la reforma, pidió una participación “la mayor posible” en las próximas huelgas y protestas.

“Tenemos que estar en las calles el martes”, dijo el domingo en la televisión BFM.

‘Medida necesaria para mantaner solvencia’

El gobierno dice que la reforma es necesaria para mantener solvente el sistema de pensiones, ya que la esperanza de vida de Francia ha aumentado y las tasas de natalidad han disminuido.

Nuestro objetivo es garantizar que en 2030 tengamos un sistema financieramente equilibrado”, dijo Borne.

Los sindicatos y los partidos de izquierda quieren que las grandes empresas o los hogares más ricos aporten más para equilibrar el presupuesto de pensiones.

Borne sugirió apertura a los ajustes sobre cómo la reforma aborda el tiempo que las personas toman fuera de sus carreras para tener hijos o continuar su educación. Los críticos del plan dicen que las mujeres son atacadas injustamente; Borne no estuvo de acuerdo, pero dijo: “Estamos en el proceso de analizar la situación”.

El proyecto de ley pasa a una comisión parlamentaria el lunes y a un debate completo en la Asamblea Nacional el 6 de febrero. Los opositores han presentado 7.000 enmiendas propuestas que complicarán aún más el debate.

JRL

 

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