Pakistán.- Un atacante suicida detonó el lunes explosivos durante las oraciones multitudinarias en una mezquita dentro de un recinto policial en Pakistán, provocando el derrumbe del techo. Al menos 34 personas murieron y 150 resultaron heridas, dijeron las autoridades.
La mayoría de las víctimas fueron policías. No estaba claro cómo el atacante pudo colarse en el complejo amurallado, que alberga la sede de la policía de la ciudad noroccidental de Peshawar y está ubicado en una zona de alta seguridad con otros edificios gubernamentales.
Sarbakaf Mohmand, comandante de los talibanes paquistaníes, se atribuyó la responsabilidad del ataque en Twitter. El principal portavoz del grupo militante no estuvo disponible de inmediato para hacer comentarios.
Pakistán, que es mayoritariamente musulmán sunita, ha visto un aumento en los ataques de militantes desde noviembre, cuando los talibanes paquistaníes terminaron su alto el fuego con las fuerzas gubernamentales. El asalto del lunes a una mezquita sunita fue uno de los ataques más mortíferos contra las fuerzas de seguridad en los últimos años.
Así fue el ataque a detalle
Más de 300 fieles rezaban dentro de la mezquita, y se acercaban más, cuando el atacante detonó su chaleco explosivo. Muchos resultaron heridos cuando se derrumbó el techo, según Zafar Khan, un oficial de policía local.
Los rescatistas se apresuraron a retirar montones de escombros de los terrenos de la mezquita para llegar a los fieles que aún estaban atrapados bajo los escombros, dijo la policía.
Meena Gul, que estaba dentro de la mezquita cuando estalló la bomba, dijo que no sabe cómo sobrevivió ileso. El oficial de policía de 38 años dijo que podía escuchar gritos y gritos después de la explosión.
Siddique Khan, un oficial de policía, dijo que el número de muertos aumentó a 34, y entre los muertos se encontraba Noor-ul-Amin, el líder de oración. Dijo que el atacante se inmoló mientras estaba entre los fieles.
El jefe de policía de Peshawar, Ijaz Khan, dijo que al menos 150 resultaron heridos. Un hospital cercano enumeró a muchos de los heridos en estado crítico, lo que generó preocupaciones de que el número de muertos aún podría aumentar.
Peshawar es la capital de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, donde los talibanes paquistaníes tienen una fuerte presencia, y la ciudad ha sido escenario de frecuentes ataques militantes.
El primer ministro Shahbaz Sharif condenó el atentado y ordenó a las autoridades que garanticen el mejor tratamiento médico posible para las víctimas. También prometió “acción severa” contra quienes estaban detrás del ataque.
JRL