Nicaragua.- El gobierno del presidente Daniel Ortega liberó a más de 200 opositores presos y los mandó el jueves en un avión con rumbo a Estados Unidos, informó el exembajador nicaragüense en la OEA, Arturo McFields, y familiares de los detenidos.
Citando fuentes del Departamento de Estado, McFields dijo que en un avión que salió de Managua por la mañana “viajan 222 presos políticos” rumbo a Washington. “Vinieron los que querían venir, entre ellos sacerdotes”, agregó.
Ninguno de los dos gobiernos confirmó de inmediato las liberaciones.
McFields no precisó cuántos ni quiénes continuarían detenidos en Nicaragua. Según cifras de la oposición nicaragüense, la cifra de “presos políticos” ascendía a 245 personas hasta esta semana.
Por su parte, la periodista Berta Valle, esposa del excandidato presidencial opositor Félix Maradiaga, dijo que el Departamento de Estado le confirmó la noticia y que su marido es uno de los excarcelados que viaja en el avión.
Confirman desde Administración Biden a El País sobre la liberación de presos políticos
De acuerdo con El País, Los presos fueron deportados a Washington en un avión con información confirmada por una fuente cercana a la Administración de Biden.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, elogió la liberación de los presos políticos como un paso constructivo hacia un diálogo más amplio con Nicaragua sobre los abusos contra los derechos humanos.
Todas las personas que llegaron a Estados Unidos fueron examinadas y investigadas por diferentes agencias, incluido el FBI y el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos.
El régimen de Nicaragua justificó la deportación inmediata de los presos por “menoscabar la independencia, la soberanía y la autodeterminación del pueblo”. La Asamblea Nacional reformó el artículo 21 de la Constitución Política y declaró apátridas a los encarcelados.
Entre los presos liberados se encuentran estudiantes encarcelados. La lucha continúa por su recuperación de su ciudadanía nicaragüense y sus derechos.
Este jueves, el Gobierno de Nicaragua causó una gran impresión con su decisión de liberar y deportar a 222 presos políticos. La medida podría abrir la puerta para un diálogo más amplio con Estados Unidos sobre los abusos contra los derechos humanos en el país centroamericano.
Liberación genera controversia a favor y en contra
La liberación de presos políticos en Nicaragua ha generado reacciones divididas en el país. Por un lado, familiares y defensores de los derechos humanos han celebrado la liberación de los presos, que han estado detenidos en condiciones precarias y sin acceso al debido proceso.
Por otro lado, partidarios del régimen de Ortega y Murillo han criticado la medida, considerándola una traición a la patria y un acto de sumisión ante las presiones internacionales.
La Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por el partido gobernante, ha reformado la Constitución Política para declarar apátridas a los presos políticos liberados.
Según el régimen, estas personas han incitado a la violencia y al terrorismo, y han menoscabado la independencia y la soberanía del país. La decisión ha generado críticas por parte de organizaciones internacionales de derechos humanos, que consideran que se trata de una represión política y una negación de la ciudadanía a los oponentes políticos.
El gobierno de Estados Unidos ha expresado su satisfacción con la liberación de los presos políticos y ha agradecido a los familiares que han trabajado arduamente para conseguir su liberación.
Según el secretario de Estado, Antony Blinken, la medida marca un paso positivo para abordar los abusos contra los derechos humanos en Nicaragua y abre la puerta a un mayor diálogo entre los dos países.
En el marco de la política exterior de Estados Unidos, la liberación de presos políticos en Nicaragua se enmarca en una estrategia de apoyo a los países latinoamericanos que luchan por la democracia y el respeto de los derechos humanos.
La administración Biden ha expresado su compromiso con la promoción de la democracia y la protección de los derechos humanos en todo el mundo, especialmente en América Latina.
La liberación de presos políticos en Nicaragua es un tema de gran interés en los medios de comunicación internacionales y ha generado una amplia cobertura periodística en los últimos días.
Desde la llegada de los presos a Estados Unidos, han sido recibidos con entusiasmo por sus familiares y defensores de los derechos humanos, que han celebrado su liberación y han pedido un mayor apoyo internacional para la lucha por la democracia y los derechos humanos en Nicaragua.
Tienen futuro incierto
El futuro de los presos políticos liberados en Nicaragua es incierto. Muchos de ellos han sido liberados bajo condiciones, incluyendo la prohibición de participar en política o hablar públicamente sobre el régimen de Daniel Ortega.
Además, el clima político en Nicaragua sigue siendo incierto y tensa, y los presos políticos liberados enfrentan la posibilidad de ser detenidos nuevamente en cualquier momento.
Sin embargo, muchos de ellos han encontrado una fuerte comunidad de apoyo en el exilio y en el extranjero. Muchos de ellos han sido invitados a hablar en eventos internacionales y a participar en discusiones sobre los derechos humanos y la democracia en Nicaragua.
Algunos han decidido trabajar en proyectos humanitarios para ayudar a las comunidades más afectadas por la crisis política y económica del país.
En definitiva, el futuro de los presos políticos liberados en Nicaragua sigue siendo incierto, pero sus historias y luchas han sido ampliamente reconocidas y apoyadas en todo el mundo.
Se espera que su lucha por la justicia y la libertad continúe inspirando a otros a luchar por los derechos humanos y la democracia en Nicaragua y en otros países del mundo.
(Con información de El País y AP).
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HLL