Moscú.- El presidente ruso, Vladimir Putin, no dio señales el martes de que vaya a cambiar de estrategia en la sangrienta guerra del Kremlin en Ucrania, e intensificó las tensiones con Occidente al suspender la participación de Moscú en el último pacto de control de armas nucleares que le quedaba con Estados Unidos.
En su largamente aplazado discurso sobre el estado de la nación, Putin presentó a su país -y a Ucrania- como víctimas de un doble juego de Occidente y aseguró que era Rusia, y no Ucrania, la que luchaba por su propia existencia.
No estamos luchando contra el pueblo ucraniano”, afirmó Putin en un discurso pronunciado días antes del primer aniversario de la guerra, que se cumple el viernes. “El pueblo ucraniano se ha convertido en rehén del régimen de Kiev y de sus amos occidentales, que de hecho han ocupado el país”.
El discurso reiteró una letanía de agravios que el líder ruso ha ofrecido con frecuencia como justificación de la campaña militar, ampliamente condenada, al tiempo que prometió que no habrá tregua militar en un conflicto que ha despertado temores de una nueva Guerra Fría.
De hecho, Putin subió bruscamente las apuestas al declarar que Moscú suspendería su participación en el tratado Nuevo START. El tratado, firmado en 2010 por Estados Unidos y Rusia, limita el número de cabezas nucleares de largo alcance que ambas partes pueden desplegar y el uso de misiles capaces de transportar armas atómicas.
Si EU hace ensayos nucleares, Rusia también
Putin afirmó que Rusia debe estar preparada para reanudar los ensayos de armas nucleares si lo hace Estados Unidos, una iniciativa que pondría fin al veto global a las pruebas de armas nucleares vigente desde la Guerra Fría.
Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022 y se lanzó hacia Kiev, aparentemente con la esperanza de invadir rápidamente la capital. Sin embargo, la dura resistencia de las fuerzas ucranianas, respaldadas por las armas occidentales, hizo retroceder a las tropas de Moscú.
Aunque Ucrania ha recuperado muchas zonas inicialmente tomadas por Rusia, las dos partes se han enzarzado en batallas de ojo por ojo en otras.
La guerra ha revivido la vieja división Rusia-Occidente, revitalizó la alianza de la OTAN y creó la mayor amenaza para el gobierno de Putin de más de dos décadas. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recién llegado de una visita sorpresa a Kiev, estuvo en Polonia el martes en una misión para solidificar esa unidad occidental y planeaba pronunciar su propio discurso.
Los observadores revisan el discurso de Putin en busca de señales de cómo el líder ruso ve el conflicto, hacia dónde podría llevarlo y cómo podría terminar. Si bien la Constitución exige que el presidente pronuncie el discurso anualmente, Putin nunca pronunció uno en 2022, ya que sus tropas ingresaron a Ucrania y sufrieron repetidos reveses.
Para explicar su decisión de suspender las obligaciones de Rusia según el tratado Nuevo START, Putin acusó a Estados Unidos y sus aliados de la OTAN de declarar abiertamente el objetivo de derrotar a Rusia en Ucrania.
Quieren infligirnos una ‘derrota estratégica’ y al mismo tiempo tratar de llegar a nuestras instalaciones nucleares”, dijo Putin, al anunciar su decisión de suspender la participación rusa en el tratado. “En este contexto, debo declarar hoy que Rusia suspende su participación en el Tratado sobre Armas Estratégicas Ofensivas”.
El nombre oficial del pacto es Tratado entre los Estados Unidos de América y la Federación Rusa sobre Medidas para la Mayor Reducción y Limitación de Armas Estratégicas Ofensivas.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, deploró la medida de Putin al decir que “con la decisión de hoy sobre Nuevo START, se ha desmantelado la arquitectura del control pleno de armas.
“Exhorto enérgicamente a Rusia a que reconsidere su decisión y respete los acuerdos vigentes”, dijo en declaraciones a la prensa.
Putin argumentó que mientras Estados Unidos presionaba para reanudar las inspecciones de instalaciones nucleares rusas contempladas en el tratado, los aliados de la OTAN han ayudado a Ucrania a organizar ataques con drones contra bases aéreas rusas que acogen bombarderos estratégicos con capacidad nuclear.
Putin recalcó que Rusia suspendía su participación en Nuevo START, pero no se retiraba por completo del pacto.
El tratado Nuevo START, firmado en 2010 por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, limita a los dos países a no más de 1.550 cabezas nucleares y 700 bombarderos y misiles desplegados. El acuerdo incluye exhaustivas inspecciones para verificar su cumplimiento.
Apenas unos días antes de que expirase el tratado en febrero de 2021, Rusia y Estados Unidos aceptaron ampliarlo otros cinco años.
Rusia y Estados Unidos han suspendido las inspecciones mutuas de Nuevo START desde que comenzó la pandemia del COVID-19, pero Moscú se negó el pasado otoño a reanudarlas, lo que aumentó la incertidumbre sobre el futuro del acuerdo. Rusia también pospuso de forma indefinida una ronda prevista de consultas asociadas al tratado.
JRL