Naciones Unidas.- La comisaria rusa para los derechos de la infancia, que tiene una orden de arresto en su contra por crímenes de guerra por haber deportado niños desde Ucrania, declaró el miércoles en una reunión de la ONU que se los llevaron por su seguridad y que Moscú está coordinando con organizaciones internacionales la devolución a sus familias.
Los embajadores de los países occidentales boicotearon la reunión informal del Consejo de Seguridad de la ONU, enviando en su lugar a diplomáticos de bajo nivel. Además, los representantes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Albania y Malta abandonaron la reunión cuando Maria Lvova-Belova comenzó a hablar por videoconferencia.
La Corte Penal Internacional emitió el mes pasado una orden de arresto contra ella y el presidente ruso Vladímir Putin, acusándolos de haber secuestrado a niños de Ucrania.
Rusia, que tiene la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad este mes, convocó la reunión del miércoles para contrarrestar lo que, asegura, es información falsa sobre los niños ucranianos.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, comentó a los reporteros antes de la reunión que Washington se oponía rotundamente a la reunión y se unió a Gran Bretaña para impedir que la ONU transmitiera la reunión.
No se debe permitir que Lvova-Belova “tenga un podio internacional para difundir desinformación e intentar defender sus horribles acciones que están teniendo lugar en Ucrania”, afirmó Thomas-Greenfield.
The Associated Press informó en octubre sobre la implicación de Lvova-Belova en el secuestro de huérfanos ucranianos. La investigación de la AP descubrió que el esfuerzo abierto para dar en adopción a niños ucranianos en Rusia estaba muy avanzado. Las autoridades ucranianas afirmaron entonces que casi 8.000 niños habían sido deportados a Rusia, pero que era difícil determinar el número exacto.
El embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, inauguró la reunión diciendo que su objetivo era “desenmascarar el flagrante doble estándar de Occidente”.
“Parte de esta campaña de propaganda es el silenciamiento por parte de Occidente del hecho de que en los países europeos a los refugiados ucranianos les están quitando a sus hijos”, afirmó. A continuación se mostraron vídeos de algunas mujeres que afirmaban que les habían quitado a sus hijos en Europa.
Nebenzia también insistió en que, contrariamente a las afirmaciones occidentales, “no ha habido adopciones forzosas”. Sostuvo que algunos niños ucranianos se encuentran en hogares de acogida y afirmó que “no hay obstáculos” para que mantengan el contacto con sus familias en Ucrania.
La investigación de la AP descubrió que funcionarios rusos deportaron a niños ucranianos a Rusia sin el consentimiento de sus padres, les mintieron a los menores diciéndoles que no eran queridos por sus progenitores, los utilizaron con fines propagandísticos y les dieron familias y ciudadanía rusas.
JFF