Ciudad de Guatemala.- El diario guatemalteco “El Periódico” publicó el lunes su última edición digital a casi un año de la detención de su presidente y bajo presiones políticas y económicas.

El medio se despidió con una recopilación de las denuncias por presunta corrupción contra el presidente Alejandro Giammattei, a las que atribuyó su cierre.

Con la frase “#DecimosNoalPoder” y las fechas 1996-2023 -de su inicio y cierre- el medio se editó por última vez en formato digital.

“Durante todos estos años, a pesar de que nos hemos enfrentado a un sinnúmero de intimidaciones, agresiones y a un acoso constante por parte de los poderes fácticos y establecidos, El Periódico se ha esforzado por ofrecer a sus lectores la mejor información para comprender la sociedad y el mundo en el que vivimos”, dijo el medio.

En noviembre el diario dejó de imprimirse y comenzó a aparecer sólo en formato digital luego de despedir a unos 50 trabajadores, casi el 70% de su planta. Sólo algunos periodistas continuaron trabajando pero dejaron de firmar sus notas para evitar presiones.

Sin embargo, en marzo el fiscal Rafael Curruchiche anunció que investigaba a nueve periodistas y columnistas por supuestamente obstruir a la justicia al realizar publicaciones sobre el proceso judicial al director del medio, José Rubén Zamora. El medio publicaba las fallas del proceso y los supuestos abusos de jueces y fiscales.

Curruchiche fue sancionado por el Departamento de Estado estadounidense por obstaculizar la lucha contra la corrupción y socavar la democracia al igual que su jefa, la fiscal general Consuelo Porras, cercana a Giammattei.

El lunes el periódico dijo que hizo más de 200 investigaciones documentadas sobre hechos de corrupción en el gobierno de Giammattei, muchas de las cuales la fiscalía no investigó.

En julio de 2022 la fiscalía pidió la detención de Zamora tras acusarlo de lavado de dinero, chantaje y tráfico de influencias por pedirle a su amigo Rónald García Navarijo, un exbanquero acusado de corrupción, que depositara unos 30.000 dólares en dinero en efectivo en un banco. En lugar de hacerlo, éste denunció a Zamora.

La defensa de Zamora sostiene que el dinero era producto de una donación y que el periodista no lo bancarizó en una cuenta propia para evitar que se conociera quién era el donante debido a las presiones del gobierno.

Zamora, que actualmente está siendo juzgado por un tribunal, dijo en su última columna de opinión que Giammattei “con el poder opresivo y abusivo del Estado nos aniquiló” y calificó al gobierno de “una narcoclepto dictadura fascista, tiránica, explícita, multipartidista”.

Diversas organizaciones nacionales e internacionales defensoras de la prensa y los derechos humanos han señalado que el caso contra Zamora y El Periódico es una criminalización del ejercicio periodístico en Guatemala y han solicitado la liberación del periodista.

Estados Unidos ha criticado el debilitamiento de la lucha contra la corrupción en Guatemala durante el gobierno de Giammattei y ha cancelado la visa estadounidense a varios funcionarios, incluido el fiscal Curruchiche.

Y hackeo interrumpe operaciones del Philadelphia Inquirer

El Philadelphia Inquirer dijo que experimentó la peor interrupción de sus operaciones en sus 27 años debido a un ciberataque.

La compañía trataba de restaurar las operaciones de imprenta tras un hackeo que impidió imprimir los ejemplares de la edición dominical, reportó el Inquirer en su website.

El portal en la red funcionaba el domingo, aunque las actualizaciones tardaban más de lo normal, reportó el diario.

La directora del Inquirer, Lisa Hughes, declaró el domingo que “en estos momentos no podemos dar un cronograma exacto” para la restauración de los sistemas del diario.

“Agradecemos a todos su paciencia y comprensión mientras tratamos de restablecer el sistema y completamos esta investigación lo más pronto posible”, dijo Hughes en un email en respuesta a preguntas provenientes de la sala de redacción.

El ciberataque fue detectado el sábado en la mañana, cuando los empleados descubrieron que el sistema de contenidos del diario no estaba funcionando.

El Inquirer “descubrió actividad anómala en ciertos sistemas computarizados e inmediatamente desconectó esos sistemas”, expresó Hughes.

El ciberataque fue la mayor perturbación de la principal organización periodística de Pensilvania desde la tormenta invernal de enero de 1996, reportó el Inquirer.

El ciberataque ocurre poco antes de unas elecciones primarias que se realizarán el martes para los escoger candidatos a la alcaldía. Hughes aseguró que el hecho no afectará la cobertura de las elecciones, aunque los periodistas no podrán usar la sala de redacción la noche de las elecciones.

JFF 

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