Milán.– Los italianos pueden festejar la baja de precios de la pasta, pero deben pagar más por verduras y frutas.
El Ministerio de Industria informó la semana pasada que los precios de la pasta habían bajado 0,3% en mayo respecto del mes anterior y dijo que un sistema de monitoreo que había creado tuvo el efecto deseado de reducir los precios.
En consecuencia, el grupo de consumidores Assoutenti canceló un llamado a la huelga previsto para esta semana cuya intención era bajar los precios por la fuerza al reducir la demanda.
El presidente de Assoutenti, Furio Truzzi, dijo a The Associated Press que a pesar de ello, los precios de la pasta se mantenían altos en algunas ciudades y el grupo estudiaba realizar huelgas durante el verano.
El precio de un kilo de pasta bajó a 2,12 euros (2,32 dólares o 43 pesos mexicanos) en el puerto de Ancona desde un pico de 2,44 euros en marzo, y a 2,02 euros en Génova, comparado con el pico de 2,38 euros. El precio cayó por debajo de 2 euros en muchas ciudades.
No todo es felicidad, por la inflación
Pero la inflación no deja de acosar la cocina italiana. Los precios de las verduras subieron casi 15% en mayo respecto del año anterior, habiendo aumentado 11% en abril. El precio de la patata aumentó 22%, comparado con el 9% el mes anterior, según la agencia de estadística ISTAT.
Assoutenti impulsa la creación de una junta de monitoreo de los precios de frutas y verduras, que en su opinión podrían ser resultado de la especulación vinculada con tormentas recientes que dañaron algunas cosechas.
JFF