La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni (izquierda), y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante una reunión en una cumbre de la UE, en Bruselas, el 29 de junio de 2023.

Bruselas.- Los líderes de la Unión Europea iniciaron el viernes una segunda jornada de conversaciones sobre migración, mientras Polonia y Hungría continuaban bloqueando los avances luego de perder una votación a principios de mes sobre un plan para repartir a los migrantes que llegan a Europa entre los 27 estados miembro.

Algunos mandatarios indicaron que Varsovia y Budapest parecían estar librando una batalla iniciada hace años, cuando más de un millón de personas, en su mayoría refugiados sirios, llegaron a Europa en 2015 provocando una de las peores crisis en la historia del bloque. Otros alegaron que no se debería permitir que incumplan las normas comunitarias.

“Mi sensación fue que hay mucho rencor por los debates migratorios de 2015”, dijo la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, a reporteros en la sede de la UE en Bruselas. “Si te limitas a decir que no a todo y todos los demás intentan alcanzar un acuerdo, no funciona”.

El primer ministro de Eslovenia, Robert Golob, apuntó que “Hungría se mostró totalmente inflexible” para eliminar el asunto del comunicado final de la cumbre de los líderes del bloque. “No se trataba de hacerlo de una forma u otra. Fue algo así como ‘no queremos que se mencione la migración en absoluto’”.

Golob confirmó que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que preside la cumbre, podría emitir un comunicado independiente que no requiere el apoyo unánime de los 27.

A principios de mes, los países del bloque avanzaron en la reforma de la ley de asilo al acordar un plan para compartir la responsabilidad por los migrantes que entran a Europa sin autorización. Esta cuestión es la raíz de una de las crisis políticas más prolongadas de la institución.

El acuerdo compensa la obligación de los países donde se registran más llegadas de migrantes de recibirlos y alojarlos, con el requisito de que otros miembros les brinden apoyo, ya sea financiero o acogiendo a refugiados. Los países que se nieguen a recibir a migrantes podrían pagar 20.000 euros (21.400 dólares) por persona a cambio.

El plan fue aprobado por una mayoría cualificada de dos tercios, con los votos en contra de Polonia y Hungría, cuyo objetivo en la cumbre era cuestionar la validez legal de la decisión.

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, dijo el viernes en declaraciones a la radio estatal de su país que seguirá bloqueando la nueva normativa migratoria hasta que se alcance un consenso y calificó la propuesta como una grave amenaza para Hungría.

“Solo aceptaremos una norma si todos están de acuerdo con ella, si hay una decisión consensuada”, afirmó. “Quieren exigirnos que construyamos guetos de inmigrantes en Hungría (…) No tenemos intención de cumplir esas decisiones, lo decimos abiertamente”.

Por su parte, su homólogo de Luxemburgo, Xavier Bettel, indico que ceder a estas exigencias sentaría un precedente peligroso.

“El hecho es que Polonia y Hungría no están de acuerdo con el Tratado (de la UE)”, dijo a reporteros. “Ya está decidido, así que ahora no podemos volver y decir ‘vale, no estamos de acuerdo’ porque entonces se abriría la lista a todas las decisiones que hemos tomado los últimos 10 años”.

Antes de la cumbre, el primer ministro de Polonia había insistido en que no se forzaría a su país a aceptar las normas comunitarias sobre migración, y se comprometió a vetar cualquier iniciativa que pudiese obligar a los socios a acoger refugiados.

“Hay un ataque a Europa en marcha. Las fronteras de Europa no son seguras. Está en juego la seguridad de los habitantes de nuestro continente”, dijo el mandatario, Mateusz Morawiecki, en una declaración en video, añadiendo que propondría “un plan de fronteras seguras” a sus homólogos.

Polonia y Hungría, junto a República Checa, se negaron a aceptar las cuotas de migrantes impuestas apresuradamente por la UE en 2015. El máximo tribunal del bloque sentenció en 2020 que no habían respetado las leyes del bloque.

El número de personas que tratan de entrar a la UE sin autorización va en aumento. Frontex, la agencia fronteriza comunitaria, dijo que entre enero y mayo se registraron 50.300 intentos, más del doble que en el mismo período del año pasado y la cifra más alta desde 2017. Pero el dato es ínfimo comparado con las llegadas a Turquía, Líbano o Jordania.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *