Río de Janeiro.- Un hacker brasileño afirmó el jueves durante una audiencia ante el Congreso que el expresidente Jair Bolsonaro quería que hackeara el sistema de votación electrónica de la nación para exponer sus supuestas debilidades previo a las elecciones presidenciales de 2022.
Walter Delgatti Neto no proporcionó ninguna prueba de su afirmación ante la comisión parlamentaria que investiga. Pero su detallado testimonio plantea nuevas acusaciones contra el exmandatario de extrema derecha, que está siendo investigado por su participación en los disturbios del 8 de enero en la capital Brasilia.
Delgatti también comentó a los legisladores que se reunió en persona con Bolsonaro y le dijo que no era posible que hackeara el sistema de votación electrónica.
The Associated Press ha contactado a los abogados de Bolsonaro, que no han respondido a las solicitudes de comentarios. Por su parte, el expresidente ha negado que haya cometido alguna acción indebida.
El rival político de Bolsonaro, Luiz Inácio Lula da Silva, ganó las elecciones celebradas el 30 de octubre de 2022, con el 50,9% de los votos.
De acuerdo con Delgatti, Bolsonaro buscaba que el intento de hackeo convenciera a algunos votantes de que el sistema de votación no era confiable. También dijo que le prometieron un indulto presidencial en caso de que fuera investigado por sus acciones.
Bolsonaro difundió durante mucho tiempo la creencia entre sus partidarios más acérrimos sobre que el sistema de votación electrónica de la nación era propenso al fraude, aunque nunca presentó ninguna prueba.
En junio, un panel de jueces concluyó que Bolsonaro abusó de su poder para plantear dudas sobre el sistema de votación electrónica del país y le impidieron volver a postularse para un cargo hasta 2030.
Durante la audiencia del jueves, los partidarios de Bolsonaro en la comisión cuestionaron la credibilidad de Delgatti.
En 2015, Delgatti fue encarcelado por mentir sobre su condición de investigador de la policía federal. Dos años más tarde, fue investigado por presunta falsificación de documentos, que él niega. Varias personas lo han acusado también de malversación de fondos, acusaciones que resurgieron durante la audiencia del jueves.
En Brasil, los testigos a los que se sorprenda mintiendo ante una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) pueden ser encarcelados, según Luis Claudio Araujo, profesor de derecho de la Universidad Ibmec de Río de Janeiro.
Los miembros de las comisiones parlamentarias tienen la facultad de investigar, pero también de pasar información a los fiscales y a la policía federal, explicó Araujo.
La audiencia en el Congreso se suma a los numerosos problemas jurídicos que enfrenta Bolsonaro por actividades durante su mandato.
La policía federal denunció a principios de este mes que Bolsonaro recibió dinero en efectivo de la venta de casi 70.000 dólares de dos relojes de lujo que recibió como regalo de Arabia Saudí mientras ocupaba el cargo. Los agentes allanaron los domicilios y oficinas de varias personas supuestamente implicadas en el caso, entre ellas un general de cuatro estrellas del ejército. Bolsonaro ha negado cualquier delito relacionado con los regalos.
“Es impactante este cierto amateurismo e ingenuidad del grupo político de Bolsonaro en el Congreso”, dijo Creomar de Souza, fundador de la consultora de riesgo político Dharma Politics. “Hay tanto material documentado y ellos insisten que pueden controlar la interpretación de los hechos e insisten en mantener esta investigación del Congreso en curso”.
JFF