En la foto, aparece Nayib Bukele apuntando con la gran arma dentro del vestíbulo presidencial

El Salvador.- Para continuar su plan de seguridad, el presidente Nayib Bukele anunció que le llegó nuevo armamento y presumió una de las armas.

A través de X, antes Twitter, el salvadoreño causó polémica el viernes por apuntar con un arma dentro del vestíbulo presidencial. 

Sin embargo, aunque en apariencia pareciera ser un dispositivo de alto poder y por ende de gran daño, no se trata de un arma como las que se conocen, que disparan proyectiles.

Se trata de un DroneGun Tactical, que produce la compañía DroneShield, y sirve para neutralizar la señal de los drones y conseguir manipularlos hasta que lleguen al suelo nuevamente.

La compañía señala que el arma emite frecuencias que repelen al dron y lo dejan inoperable para los que tienen el control del dispositivo.  

El equipamiento del arma es similar a los que usan los drones, baterías de litio con duración de dos horas. Tiene una longitud de 1.42 metros y pesa 7.25 kilos.

En los últimos años, los drones comerciales se han popularizado en el mundo, pero pasaron de ser objetos inofensivos a ser más sofisticados, pues la delincuencia los ha aprovechado para poder transportar bombas y atacar a sus rivales o a las autoridades, aunque los ejércitos también utilizan drones de mayor envergadura. 

El pasado martes 19 de septiembre, Bukele defendió ante la ONU las políticas de seguridad que adoptó su gobierno para combatir a las pandillas, aunque organizaciones civiles acusan la violación de derechos humanos con los estados de excepción que aplica en el territorio salvadoreño.

“Hoy vengo a decirles que ese debate se acabó”, declaró Bukele. “Las decisiones que tomamos fueron acertadas. Ya no somos la capital mundial de la muerte, y lo conseguimos en tiempo récord. Hoy, somos un referente de seguridad y nadie lo puede poner en duda. Ahí están los resultados. Son irrefutables”.

Desde marzo de 2022, Bukele impuso, con autorización del Congreso afín, estados de excepción ante el repunte de los homicidios que provocaban las pandillas. Desde entonces, 72 mil personas han sido detenidas, aunque muchas de ellas presuntamente son inocentes.

HLL

 

 
 

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