Jerusalén.- El ejército de Israel juró el lunes plantar un asedio total a la Franja de Gaza, mientras sus militares buscaban milicianos en el sur, vigilaban brechas en la cerca fronteriza y bombardeaban el territorio gobernado por Hamás tras una incursión sin precedentes el fin de semana.

Más de dos días después de que Hamás lanzara su ataque sorpresa desde Gaza, el ejército dijo que los combates prácticamente habían terminado por el momento. El asalto tomó completamente por sorpresa al prestigioso aparato militar y de inteligencia israelí, lo que llevó intensos combates a sus calles por primera vez en décadas.

Israel declaró oficialmente la guerra el domingo, lo que presagiaba más combates por venir y una posible ofensiva por tierra en Gaza, algo que en el pasado ha incrementado el número de bajas. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha prometido destruir “la capacidad militar y de gobierno” del grupo armado, que está muy arraigado en Gaza.

Mientras Israel alcanzaba más de 1.000 objetivos en Gaza y sus tanques y drones vigilaban las brechas en la cerca fronteriza para evitar más infiltraciones, milicianos palestinos seguían lanzando rondas de cohetes que activaban las sirenas antiaéreas en Jerusalén y Tel Aviv. Un video compartido en internet parecía mostrar una columna de humo cerca de una terminal en el aeropuerto internacional Ben Gurion. En un primer momento no había datos de bajas o daños por el bombardeo.

Los civiles ya habían pagado un alto precio. Al menos 700 personas murieron en Israel, una enorme cifra que no se había visto en el país en varias décadas. Casi 500 personas habían muerto en Gaza, un enclave con 2,3 millones de habitantes que limita con Israel y Egipto.

Grupos armados palestinos dijeron tener unos 130 rehenes del lado israelí. El brazo armado de Hamás afirmó en su canal de Telegram que cuatro de ellos habían muerto en ataques aéreos israelíes. No fue posible verificar de forma independiente esa afirmación, que mostraba el dilema para el gobierno israelí al bombardear un territorio donde estaba retenidos algunos de sus ciudadanos.

En un esfuerzo de aumentar la presión sobre Hamas, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, ordenó un “asedio total” sobre Gaza y dijo que las autoridades cortarían la electricidad e impedirían la entrada de alimentos y combustible. Dijo que Israel estaba en guerra con “animales humanes”, una forma de lenguaje deshumanizador empleado a menudo por ambos bandos cuando se recrudecen las tensiones.

Israel y Egipto han mantenido niveles variables de bloqueo sobre Gaza desde que Hamas arrebató el poder del territorio a fuerzas palestinas rivales. En los últimos años, Israel ha proporcionado una cantidad limitada de electricidad y permitido la importación de alimentos, combustible y bienes de consumo, si bien restringía de forma estricta los desplazamientos de entrada y salida.

Tras unas 48 horas de enconadas batallas dentro de Israel, el principal vocero del ejército, el contraalmirante Daniel Hagari, dijo a la prensa que Israel tenía el “control” de sus poblaciones fronterizas. El lunes de madrugada se habían producido algunos incidentes aislados, señaló, pero no había combates en marcha.

Sin embargo, advirtió que aún podría haber milicianos en la zona.

Se habían evacuado 15 de 24 poblaciones fronterizas, apuntó y se esperaba desalojar el resto en las 24 horas siguientes.

Antes, el vocero de Hamas Abdel-Latif al-Qanoua dijo a The Associated Press por teléfono que los combatientes del grupo seguían peleando fuera de Gaza y que habían capturado más israelíes el lunes por la mañana.

El grupo, señaló, aspira a liberar a todos los prisioneros israelíes retenidos por Israel, que en el pasado ha aceptado doloroso acuerdos muy dispares en los que liberaba a un gran número de prisioneros a cambio de cautivos individuales o incluso los restos de soldados fallecidos.

Egipto intentaba negociar un acuerdo preliminar en el que Hamas liberaría a las mujeres cautivas a cambio de que Israel liberase a las prisioneras palestinas, según el diario estatal egipcio Al-Ahram. Si ambas partes lo aceptaban, habría un cese el fuego temporal para facilitar el intercambio.

Se sabía que entre los rehenes capturados por Hamás y el grupo más pequeño Yihad Islámica había soldados y civiles, incluidos mujeres, niños y ancianos, en su mayoría israelíes pero también algunos de otras nacionalidades. El ejército israelí sólo dijo que el número de personas capturadas era “significativo”.

Mayyan Zin, una madre divorciada, supo que sus dos hijas habían sido secuestradas después de que un familiar le envió fotografías de un grupo de Telegram en el que se las veía retenidas y sentadas en un colchón. Luego encontró videos en internet que mostraban a hombres armados en la casa de su exesposo, a sus dos hijas —de 8 y 15 años— y al padre de las niñas.

En sus ataques aéreos, Israel dijo haber arrasado buena parte de la población de Beit Hanoun, en la esquina noreste del enclave que según Hagari empleaba Hamas para lanzar ataques. En un primer momento no había información sobre el número de víctimas, y la mayor parte de los miles de habitantes del lugar probablemente huyeron antes del bombardeo.

Hagari dijo que el ejército había llamado a unos 300.000 reservistas, una enorme movilización.

El vocero reiteró que el objetivo era diezmar las capacidades militares y de gobierno de Hamas. El grupo administra Gaza desde que expulsó a las fuerzas leales a la Autoridad Palestina, que cuenta con reconocimiento internacional, en 2007, y su gobierno no ha enfrentado desafíos en 16 años de bloqueo israelí y egipcio y las cuatro guerras previas con Israel.

Después de abrirse paso a través de las barreras con explosivos al amanecer del sábado, los milicianos de Hamas actuaron durante horas, balearon a civiles y capturaron gente en localidades, autopistas y un festival de música tecno en el desierto al que asistían miles de personas. Los milicianos palestinos también lanzaron unos 4.400 cohetes hacia Israel, según el ejército.

El ejército israelí estimó que unos 1.000 combatientes de Hamas habían participado en la incursión inicial del sábado. La alta cifra subrayaba el alcance de la planificación del grupo armado, que dijo haber lanzado el ataque en respuesta al sufrimiento acumulado de los palestinos bajo la ocupación israelí en Cisjordania, su bloqueo sobre Gaza, sus políticas discriminatorias en la anexionada Jerusalén Oriental y las tensiones en torno a un disputado lugar de culto en Jerusalén sagrado para musulmanes y judíos.

Los palestinos quieren formar un estado propio en esos tres territorios, capturados por Israel en la Guerra de los Seis Días en 1967, pero las últimas conversaciones serias de paz se derrumbaron hace más de una década y el gobierno actual de ultraderecha en Israel se opone a la formación de un estado palestino.

En Gaza, donde según Naciones Unidas más de 123.000 personas se habían visto desplazadas por los combates, la población temía que el conflicto siguiera creciendo.

Para el domingo por la noche, los ataques aéreos israelíes habían destruido 159 viviendas en el territorio y causado daños graves en 1.210, según la ONU. La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, UNRWA, dijo que una escuela que acogía a más de 225 personas había recibido un impacto directo. No dijo de dónde procedía el fuego.

En la ciudad palestina de Rafah, en el sur de Gaza, un ataque aéreo israelí mató el lunes de madrugada a 19 personas, incluidas mujeres y niños, dijo Talat Barhoum, médico en el hospital local de Al-Najjar. Barhoum dijo que una aeronave había atacado la casa de la familia Abu Hilal y que entre los fallecidos estaba Rafaat Abu Hilal, líder de un grupo armado local. El ataque causó daños en las casas cercanas.

Durante el fin de semana, otro ataque aéreo contra una vivienda en Rafah mató a 19 miembros de la familia Abu Quta, incluidos mujeres y niños, según sobrevivientes.

Varios medios israelíes que citaron a trabajadores en servicios de rescate dijeron que entre los muertos en Israel había 73 soldados. El Ministerio de Salud de Gaza dijo que 493 personas, incluidos 78 niños y 41 mujeres, habían muerto en el territorio. Había miles de heridos en cada bando. Un funcionario israelí dijo que las fuerzas de seguridad habían matado a 400 milicianos y capturado a docenas más.

Un funcionario egipcio dijo que Israel buscó la ayuda de El Cairo para garantizar la seguridad de los rehenes. Egipto también habló con ambas partes sobre la posibilidad de una tregua, pero Israel no está dispuesto a una “en esta etapa”, según el funcionario, quien habló a condición de guardar el anonimato al no estar autorizado a dar declaraciones públicas.

Estados Unidos envió el domingo un grupo de ataque de portaaviones al este del Mediterráneo que se mantendría listo para asistir a Israel, y dijo que enviaría ayuda militar adicional.

En el norte de Israel, un breve intercambio de ataques con el grupo armado libanés Hezbollah avivó el temor a que los combates pudieran derivar en una guerra regional más amplia. Hezbollah lanzó cohetes y proyectiles el domingo a posiciones israelíes en una zona disputada junto a la frontera, e Israel respondió con drones armados. El ejército israelí dijo que la situación estaba tranquila tras el intercambio.

En otros lugares, seis palestinos murieron en choques con soldados israelíes el domingo en varios puntos de Cisjordania.

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Adwan informó desde Franja de Gaza. Los periodistas de Associated Press Isabel DeBre y Julia Frankel en Jerusalén; Wafaa Shurafa en Ciudad de Gaza; Tia Goldenberg en Tel Aviv, Israel; Bassem Mroue en Beirut; Samy Magdy en El Cairo y Amir Vahdat en Teherán, Irán, contribuyeron a este despacho.

JRL

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