Jerusalén.- Decenas de miles de musulmanes se manifestaron en todo el Medio Oriente el viernes en apoyo a los palestinos y contra el bombardeo israelí de Gaza, lo que pone de manifiesto el riesgo de un conflicto regional más amplio a medida que Israel se apresta a lanzar una posible ofensiva terrestre.
Desde las calles habitualmente serenas del centro de Amán, en Jordania, hasta la capital yemení de Saná, azotada por la guerra, multitudes de fieles musulmanes salieron a manifestar después de las oraciones del viernes, enfurecidos por los ataques aéreos a Gaza que comenzaron después que la milicia Hamas lanzó un ataque sorpresivo sin precedentes contra Israel el sábado pasado.
En la mezquita Al-Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, la policía israelí sólo permitía el acceso de adultos mayores, mujeres y niños al enorme complejo para asistir a las oraciones, tratando de limitar la posibilidad de actos de violencia. Apenas 5.000 fieles pudieron ingresar al lugar, de acuerdo con la fundación islámica que administra la mezquita. En un viernes típico, unos 50.000 fieles asisten a las oraciones.
Un periodista de The Associated Press vio que de un grupo de 20 fieles que trataban de entrar, algunos mayores de 50 años, sólo una adolescente y su madre pudieron hacerlo. Los jóvenes palestinos a los que se negaba el acceso se concentraban en la escalinata cerca de la Puerta de los Leones, mirando al suelo, hasta que la policía los llevaba a gritos al exterior de las murallas de la Ciudad Vieja.
“No podemos vivir, no podemos respirar, matan todo lo bueno que hay en nosotros”, dijo Ahmad Barbour, de 57 años, con el rostro enrojecido por la furia después que la policía le impidió el ingreso.
“Todo lo que se nos prohíbe a nosotros se les permite a ellos”, dijo en alusión a los israelíes.
La mezquita se encuentra en lo alto de una colina que es un lugar sagrado tanto para judíos como musulmanes, y las disputas sobre el sitio en ocasiones se han vuelto violentas. La mezquita Al-Aqsa es el tercer sitio más sagrado del islam y se alza sobre lo que los judíos llaman el Monte del Templo, que es el lugar más sagrado del judaísmo.
Cientos de jóvenes palestinos expulsados de la Ciudad Vieja arrojaron pequeños tapetes de oración en la calle del barrio de Wadi Joz, en Jerusalén Este, y rezaron al aire libre. Cuando algunos empezaron a gritar, la policía israelí los atacó a bastonazos y les lanzó gases lacrimógenos para dispersarlos. Al menos seis personas resultaron heridas, según la Media Luna Roja palestina.
En Beirut, miles de partidarios de la milicia libanesa Hezbollah agitaron banderas libanesas, palestinas y de Hezbollah, entonaron cánticos de apoyo a Haza y corearon “muera Israel”. La milicia, que tiene el respaldo de Irán, ha lanzado ataques esporádicos desde Líbano, pero en general ha permanecido al margen de la guerra.
Pero el subsecretario general de Hezbollah, Naim Kassim, advirtió que están “atentos” al arribo de buques de guerra estadounidenses y británicos que navegan hacia el Mediterráneo.
JFF