El Vaticano hizo pública el miércoles una declaración que señala que, bajo ciertas circunstancias, se permite que las personas trans sean bautizadas y ejerzan como padrinos.
“Este es un gran paso para la inclusión trans, es una gran y buena noticia”, dijo Francis DeBernardo, director ejecutivo de New Ways Ministry, un grupo con sede en Maryland que aboga por una mayor aceptación de la comunidad LGBTQ en la iglesia. En Estados Unidos, la Conferencia Episcopal rechaza el concepto de transición de género, lo que hace que muchos transexuales católicos se sientan excluidos.
El documento fue firmado el 21 de octubre por el papa Francisco y el cardenal Víctor Manuel Fernández, director de Dicasterio para la Doctrina de la Fe y se publicó el miércoles en la web oficial de la oficina.
Si no causa escándalo o “desorientación” entre otros católicos, una persona trans “puede recibir el bautismo en las mismas condiciones que los demás fieles”, indicó el documento.
Del mismo modo, apunta que los adultos trans, aunque se hayan sometido a una operación de transición, pueden actuar como padrinos en ciertas circunstancias.
Acción ante el cambio
Durante su papado, Francisco ha expresado con frecuencia su interés en hacer de la iglesia católica un espacio más receptivo para la comunidad LGBTQ, aunque las doctrinas que rechazan los matrimonios y las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo siguen en vigor.
Un pequeño pero creciente número de parroquias estadounidenses han formado grupos de apoyo para la comunidad LGBTQ y admiten a personas trans en sus propios términos. Pero varias diócesis han emitido directrices con restricciones hacia la gente trans o negándose a reconocer su identidad.
El sacerdote James Martin, un jesuita que lleva años defendiendo una mayor inclusión de la comunidad LGBTQ en la institución, celebró el nuevo documento.
“En muchas diócesis y parroquias, incluyendo en Estados Unidos, los católicos trans han tenido muchas restricciones para participar en la vida de la iglesia, no por ninguna ley canónica, sino por las decisiones de los obispos, sacerdotes y colaboradores pastorales”, afirmó en un correo electrónico.
“Así que la declaración del Vaticano es un claro reconocimiento no solo a su existencia, sino al lugar que les corresponde en la Iglesia”, añadió. “Espero que esto ayude a la Iglesia católicas a tratarlos menos como problemas y más como personas”.
Según la Santa Sede, el documento responde a una carta remitida en julio por un obispo brasileño en la que preguntaba sobre la posible participación de miembros de la comunidad LGBTQ en bautizos y enlaces.
DeBernardo apuntó que el documento “demuestra que la Iglesia católica puede cambiar de opinión, y lo hace, sobre determinadas prácticas y políticas” y sugirió que algunas políticas diocesanas contra los transexuales podrían tener que rescindirse ahora. Pero expresó su decepción porque el texto mantiene la prohibición de que parejas homosexuales ejerzan de padrinos.
RSV