Quito.- Por segundo día cientos de policías y militares intervinieron ayer la cárcel más peligrosa de Ecuador, la Penitenciaría del Litoral, donde la víspera hallaron decenas de municiones de grueso calibre, artefactos electrónicos que están prohibidos en ese recinto y al jefe de una banda de sicarios muerto en una celda.
Desde la madrugada efectivos registran los pabellones de esa cárcel, informó en la plataforma X, antes Twitter, las Fuerzas Armadas, que publicaron un vídeo donde se observa a decenas de reclusos que salen en ropa interior al patio escoltados por militares y fotografías en las que se ve a los presos tendidos boca abajo.
Otros vídeos muestran a un policía rompiendo una pared en un aparente esfuerzo por encontrar armas que los reclusos usan para enfrentarse a bandas rivales en prisión.
Ese organismo, al final de las operaciones, aseguró que se cumplieron requisas en cinco pabellones, con un saldo de:
- Tres kilos de drogas decomisados
- Cinco armas de fuego, entre cortas y largas
- 4,179 municiones
- Una granada de fragmentación
- 123 celulares, entre otros elementos prohibidos.
En lo que va del año, grupos combinados de policías y militares han intervenido ocho veces ese recinto carcelario, en el cual suelen incautar armas, municiones, celulares y otros elementos.
La Secretaría de Atención de Personas Privadas de la Libertad señaló la víspera que encontraron al recluso Freddy Anchundia colgado en su celda sin vida. La policía identificó al fallecido como jefe de una banda de gatilleros al servicio de un grupo criminal más grande y otros 14 internos heridos, aunque no se detalló la condición.
La Penitenciaría del Litoral, con 12 pabellones y miles de presos, se encuentra en Guayaquil y forma parte de un complejo de prisiones que incluye una cárcel de máxima seguridad, otra de mediana y una cárcel de mujeres. Ha sido escenario de los motines más violentos de los últimos años y donde los reclusos han asesinado a cientos de sus compañeros.
La masacre más sangrienta en esa Penitenciaría se produjo en septiembre de 2021, cuando peleas entre presos dejaron un saldo de 119 internos asesinados.
El miércoles, también desde el amanecer, ingresaron a esa cárcel alrededor de 1,700 policías y militares luego de que el lunes y martes los presos protagonizaron balaceras esporádicas, además de explosiones, con un saldo inicial de dos presos heridos.
Los problemas en esa y otras prisiones ecuatorianas suelen producirse, de acuerdo con la policía, por disputas entre bandas criminales que además del control de esos sitios pugnan por el monopolio de rutas y territorios de distribución de drogas con el apoyo de cárteles de México y Colombia.
Ecuador afronta la peor ola de violencia en su historia tanto en las cárceles como en las calles. Desde 2021 se han producido más de una decena de enfrentamientos en los centros penitenciarios que han dejado más de 400 muertos.
El país se ha convertido en uno de los más violentos de la región con una tasa de homicidios de 25 por cada 100 mil habitantes, según cifras oficiales.
El 9 de agosto fue asesinado a balazos el candidato presidencial Fernando Villavicencio al salir de un mitin en el norte de Quito y durante ese mes se registró una inédita serie de atentados con coches bomba y otros explosivos caseros en la capital y otras ciudades que sumieron a la población en el miedo.
Gsz