Palestinos huyen al sur en el tercer día de un cese el fuego entre Israel y Hamás

TEL AVIV.-  Israel y Hamás acordaron el lunes extender su alto el fuego por dos días más, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Qatar, lo que ofrece la posibilidad de un cese más prolongado a su guerra más mortífera y destructiva y nuevos intercambios de rehenes en poder de milicianos por palestinos encarcelados en Israel.

El anuncio, hecho a través de la red social X por el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar, Majid Al Ansary, se da en el último día de la tregua original de cuatro días entre las partes en guerra. Se espera un cuarto intercambio de rehenes por prisioneros en virtud de ese acuerdo más tarde el lunes. Qatar, junto con Estados Unidos y Egipto, ha sido el mediador clave en la guerra en curso entre Israel y Hamás.

Israel ha afirmado que ampliará el cese el fuego en un día por cada 10 rehenes adicionales liberados. Tras el anuncio de Qatar del lunes, Hamás confirmó que había acordado una prórroga de dos días “bajo los mismos términos”.

Sin embargo, Israel también sostiene que sigue comprometido con aplastar la capacidad militar de Hamás y poner fin a sus 16 años de gobierno sobre la Franja de Gaza. Eso probablemente implicará expandir su ofensiva terrestre del devastado norte de Gaza al sur, donde cientos de miles de palestinos abarrotan refugios de Naciones Unidas y las duras condiciones persisten pese al incremento de las entregas de ayuda durante la tregua.

Israel reanudará sus operaciones con “toda fuerza” tan pronto como expire el acuerdo actual si Hamás no acepta nuevas liberaciones de rehenes, con el objetivo de eliminar al grupo y liberar al resto de los cautivos, aseveró el lunes a los periodistas el portavoz del gobierno, Eylon Levy.

Hasta ahora, 58 rehenes han sido liberados durante la actual tregua, entre ellos 39 israelíes. Antes de la tregua, cuatro rehenes fueron liberados, otro rescatado y dos fueron encontrados muertos dentro de Gaza.

Después de semanas de trauma nacional por las alrededor de 240 personas secuestradas por Hamás y otros milicianos, las escenas de mujeres y niños reuniéndose con sus familias han unido a los israelíes en apoyo de los exhortos a devolver a quienes permanecen en cautiverio.

“Podemos llevar a todos los rehenes de vuelta a casa. Tenemos que seguir presionando”, dijeron en un comunicado dos familiares de Abigail Edan, una niña de 4 años con doble ciudadanía israelí y estadounidense que fue liberada el domingo.

Hamás y otros grupos milicianos aún podrían tener hasta 175 rehenes, suficiente para extender potencialmente el alto el fuego por dos semanas y media. Pero entre ellos se incluyen varios soldados, y es probable que los milicianos exijan mucho más por su liberación.

Las familias de los rehenes han liderado manifestaciones masivas y acusan al primer ministro Benjamin Netanyahu de no hacer suficiente para llevarlos a casa. La creciente presión podría forzarle a ampliar la tregua y hacer concesiones adicionales a Hamás. Sin embargo, Israel también sigue conmocionado por el ataque del 7 de octubre y decidido a eliminar la amenaza que supone el grupo armado.

“Al final los devolveremos a todos”, dijo Netanyahu de los rehenes, vestido con chaleco antibalas en una inusual visita el domingo a las tropas en la Franja de Gaza. “Seguiremos hasta el final, hasta la victoria. Nada nos detendrá”.

Alivio en la Franja de Gaza

Más de 13.300 palestinos han muerto desde que comenzó la guerra, en torno a dos tercios de ellos mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, gobernada por Hamás. La cifra no diferencia entre civiles y combatientes. Más de 1.200 personas han muerto en el bando israelí, la mayoría civiles asesinados en el ataque inicial. Unos 77 soldados han fallecido en la operación terrestre israelí.

La pausa en los combates llevó algo de alivio a los 2,3 millones de personas en Gaza tras semanas de constante bombardeo israelí que ha expulsado a tres cuartas partes de la población de sus hogares y arrasado vecindarios enteros. Pero muchos dijeron que no era suficiente ni de lejos.

Amani Taha, viuda y madre de tres hijos que huyó del norte de Gaza para alojarse con una familia de acogida en la ciudad sureña de Rafah, dijo que sólo había conseguido una comida en lata de un centro de distribución de la ONU desde que comenzó el cese el fuego. Ella ayudaba a otras familias del vecindario a cocinar en hogueras a cambio de comida para sus hijos, que tenían entre 4 y 10 años.

Los supermercados y gasolineras se vieron sobrepasados por multitudes que intentaban conseguir suministros básicos, señaló. “La gente estaba desesperada y salió a comprar en cuanto pudo”, dijo. “Están extremadamente preocupados de que la guerra regresará”.

Los palestinos que seguían en el norte de Gaza, donde vivían más de un millón de personas antes de la guerra, salieron para encontrar escenas de destrucción generalizada de edificios tras edificios derribados o muy dañados. El ejército israelí ha prohibido regresar a los palestinos que huyeron.

Naciones Unidas dice que la tregua permitió aumentar la entrega de comida, agua y medicinas a su volumen más grande desde que comenzó la guerra. Pero los entre 160 y 200 camiones diarios seguían siendo menos de la mitad de lo que importaba Gaza antes de los combates, a pesar de que las necesidades humanitarias se han disparado.

JFF 

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