Jan Yanus, Franja de Gaza.- La Guerra entre Israel y Hamás estalló nuevamente el viernes con ataques aéreos a casas y edificios en la Franja de Gaza minutos después que finalizó una semana de tregua. Nubes de humo negro se alzaron del territorio asediado, donde las autoridades de salud reportaron docenas de palestinos muertos. En tanto, Israel dejó caer panfletos sobre Ciudad de Gaza y el sur del enclave, exhortando a la población civil a huir para evitar los combates.

Los milicianos en Gaza reanudaron el lanzamiento de cohetes a Israel y estallaron enfrentamientos entre Israel y milicianos de Hezbollah a lo largo de su frontera norte con Líbano.

La reanudación de la guerra significa la agravación de los padecimientos en Gaza. Unas 2 millones de personas —casi el total de su población— están atestadas en el sur del territorio. Al principio de la guerra, Israel exhortó a la gente a concentrarse allí y desde entonces ha jurado ampliar el ataque terrestre. Imposibilitada de ir al norte de la franja o al vecino Egipto, no tienen otra alternativa que desplazarse dentro de la franja de 220 kilómetros cuadrados (85 millas cuadradas).

La reanudación de las hostilidades acrecienta los temores por la suerte de unos 140 rehenes que Hamás mantiene cautivos después de liberar a un centenar durante la tregua. Para las familias de los rehenes restantes, el colapso de la tregua fue un duro golpe para las esperanzas de que sus seres queridos pudieran ser los próximos en salir después de días de ver a otros recuperar su libertad.

Qatar, que ha cumplido la función de mediador junto con Egipto, informó que sus negociadores aún intentaban llegar a un acuerdo para reanudar la tregua. Israel y Hamás intercambiaron acusaciones por el fin de la tregua, pero el Ministerio del Exterior qatarí destacó el papel de Israel en la reanudación de los combates, señalando que “complica los esfuerzos de mediación y exacerba la catástrofe humanitaria”.

En la víspera, el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken se reunió con funcionarios israelíes, a quienes exhortó a proteger a los civiles palestinos en su campaña para aniquilar a Hamás. Blinken se reunía el viernes con cancilleres árabes al margen de una cumbre climática global en Dubái.

No estaba claro en qué medida el primer ministro Benjamin Netanyahu hará caso de los argumentos de Estados Unidos, el aliado más importante de Israel.

La oficina de Netanyahu declaró el viernes que Israel “está comprometido con los objetivos de la guerra”, es decir, la liberación de los rehenes y la aniquilación de Hamás, que gobierna Gaza desde 2007.

En respuesta a los exhortos de Estados Unidos, el alto mando israelí dio a conocer un mapa en que la Franja de Gaza está dividida en cientos de parcelas numeradas, trazadas al azar. Pidió a los residentes de cada parcela que recordaran el número de su ubicación para el caso eventual de una evacuación. No queda claro a dónde irán, ya que no hay zonas seguras indicadas.

Horas después de la reanudación del bombardeo, el Ministerio de Salud de Gaza reportó 109 muertos y decenas de heridos. Israel, por su parte, indicó que alcanzó más de 200 blancos de Hamás.

Desde que comenzó la guerra han muerto más de 13.300 palestinos, dos de cada tres de los cuales son mujeres o niños, de acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, sin distinguir entre civiles y combatientes.

La cifra real probablemente es mucho más alta, ya que el recuento se actualiza esporádicamente desde el 11 de noviembre. Se teme que haya muchos cadáveres enterrados bajo los escombros.

La guerra comenzó tras el ataque de Hamás el 7 de octubre, que mató a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, y tomó a unos 240 cautivos. El diario The New York Times publicó que el alto mando israelí estaba al tanto del plan de Hamás desde hacía más de un año.

JFF 

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