Por lo menos 140 personas fueron asesinadas por hombres armados que atacaron dos aldeas remotas en el norte-centro de Nigeria, dijeron el martes autoridades y sobrevivientes en la más reciente masacre atribuida a la crisis entre campesinos y pastores del país del oeste africano.

Los agresores atacaron a 17 comunidades en el estado de Plateau, en ataques “sin sentido y no provocados” el sábado y el domingo en que la mayoría de las viviendas en la región fueron incendiadas, indicó el gobernador local Caleb Mutfwang en una transmisión por la emisora Channels.

Mientras les hablo a ustedes, solo en la provincia de Mangu enterramos a 15 personas. Para esta mañana, en Bokkos, contamos no menos de 100 cadáveres. Todavía no hemos contado los muertos en Barkin Ladi”, dijo Mutfwan. “Ha sido una Navidad sumamente espeluznante para nosotros aquí en Plateau

La oficina en Nigeria de Amnistía Internacional dijo  que hasta el momento ha confirmado 140 muertes en Bokkos y Barkin-Ladi, regiones de mayoría cristiana de Plateau, en base al conteo de empleados suyos en el terreno y relatos de autoridades, aunque los residentes temen que el saldo de víctimas sea mayor debido a que hay muchas personas desaparecidas.

Algunos de los residentes locales dijeron que pasaron más de 12 horas hasta que llegaran las autoridades, lo que no pudo ser verificado de manera independiente por la AP, pero se ajusta a denuncias previas de la lentitud del gobierno en la crisis, que ha dejado cientos de muertos en lo que va de año.

Llamé a las fuerzas de seguridad, pero nunca vinieron. La emboscada empezó a las 6 de la tarde, pero las fuerzas de seguridad no llegaron sino hasta pasadas las 7 de la mañana“, declaró Sunday Dawum, un líder juvenil en Bokkos. Por lo menos 27 personas murieron en su aldea, Mbom Mbaru, entre ellas su hermano, afirmó.

Ningún grupo se atribuyó los ataques, pero se sospecha de pastores de la tribu Fulani, que han sido acusados de masacres en las regiones del oeste y norte, donde un conflicto de décadas por acceso a tierras y aguas ha agravado las divisiones sectarias entre cristianos y musulmanes en la nación más poblada de África.

El ejército de Nigeria afirmó que ha iniciado un “operativo de despeje” en busca de los atacantes, con ayuda de otras agencias de seguridad, aunque los arrestos en esos casos son inusuales.

No descansaremos hasta que llevemos a justicia a los culpables de estos actos tan viles“, expresó Abdullsalam Abubakar, comandante del operativo especial del ejército en Plateau y estados vecinos.

 

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